Es necesario restaurar estas áreas para afrontar los efectos de la sequía, desertificación y degradación de la tierra.
(Agraria.pe) Unos dos mil millones de personas residen en zonas áridas, razón por la cual es necesario restaurar tales áreas para afrontar los efectos de la sequía, desertificación y degradación de la tierra, indicó un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esta reciente investigación ayudará a complementar los escasos datos existentes sobre la extensión de los bosques y los árboles en las zonas áridas del mundo, donde la seguridad alimentaria y medios de vida están amenazados por el cambio climático.
Según el documento, la disponibilidad de agua en las tierras erosionadas y el uso del suelo disminuirán y serán más vulnerables a la escasez de alimentos aquellas personas que viven en zonas rurales remotas, quienes, debido a la violencia y la agitación social, se verán forzados a migrar de esas regiones.
Agregó la pesquisa que los pastizales constituyen el 31% del uso de la tierra en las zonas áridas, los bosques el 18%, las tierras de cultivo el 14%, y los humedales y los asentamientos humanos representan el 3%.
Los suelos se dividen por el grado de aridez, en un extremo la zona subhúmeda seca que se ubica en la sabana sudanesa; los bosques y pastizales de América del Sur, las estepas de Europa oriental y el sur de Siberia, y las praderas de Canadá y la zona hiperárida, con el desierto del Sahara y el de Arabia Saudita.
Para el desarrollo de las investigaciones, la FAO cuenta con una base para monitorear los cambios en los bosques, la cubierta arbórea y el uso de la tierra en áreas estériles, así como una herramienta para orientar la formulación de políticas y las inversiones.
La FAO tiene implementada hasta 2019 la metodología para la evaluación y el seguimiento de base, en Burkina Faso, Etiopía, Gambia, Níger, Nigeria, Senegal, Fiji y Haití, con el fin de mejorar las condiciones y la productividad de las tierras afectadas por la degradación, la sequía y la desertificación.
Los resultados preliminares del estudio -que se completará a finales de este año- indican que existen árboles en densidades muy variables en casi un tercio de los 6.100 millones de hectáreas de tierras áridas que hay en el mundo.
Se trata de un área de más del doble del tamaño de África, y casi el 18% de esta superficie está cubierta de bosques.