(Agraria.pe) China se convirtió en el mayor productor de peces amazónicos tras consolidar su producción de pacu rojo o pirapitinga, un pez típico de la región amazónica y de la cuenca de los ríos Araguaia y Tocantins. Así, el país asiático desplazó a Perú y otros países latinoamericanos como Brasil y Colombia del top respecto a la producción de esta especie.
La pirapitinga se conoce también como cachama roja, pacú panza roja o morocó, entre otros nombres. En la actualidad, en el sitio chino de comercio en línea AliBaba, este pez gris con el vientre rojo se vende por entre US$ 0.80 y US$ 1.23 el kilo.
Registros de la Organización de Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO) del 2020, señalan que el gigante asiático produjo 59.400 toneladas de este pescado. Le siguen Colombia (33.000 toneladas), Vietnam (23.000), Perú (2.100) y Brasil (1.800), citó la BBC en una reciente publicación.
Además de la producción de peces para consumo humano, China y otras naciones asiáticas se han convertido en referencia en la cría de peces ornamentales amazónicos.
Respecto al mercado del pescado en su totalidad, según los registros de la FAO, el país asiático produjo 83.9 millones de toneladas métricas de pescado de captura y acuicultura solo en 2020.
El segundo puesto lo ocupa Indonesia, con 21.8 millones de toneladas, una cifra casi cuatro veces inferior. Le siguen India (14 millones de toneladas), Vietnam (8 millones de toneladas) y Perú (5.8 millones de toneladas).
Brasil, a pesar de poseer un extenso litoral y la mayor cantidad de recursos hídricos del planeta, produjo 1.3 millones de toneladas de pescado para consumo en 2020. Esto hace que el país ocupe el puesto 21 en la clasificación mundial, por detrás de naciones con menos territorio como Ecuador, Marruecos, Japón y Perú.
¿Cómo acabaron estos peces al otro lado del mundo?
Los especialistas en piscicultura consideran que es probable que la introducción de especies amazónicas en otros países se produjera de forma gradual y a través de varias fuentes diferentes.
Francisco Medeiros, presidente de la Asociación Brasileña de Piscicultura (Peixe BR), recordó un acuerdo firmado en los años 80 entre Brasil y China. “Hubo un intercambio en el que nuestro país recibió carpas y tecnología para la producción de estos peces y, a cambio, ofreció materiales sobre algunas especies autóctonas”, afirmó. “Y cada parte aprovechó la información como quiso”.
Un artículo publicado en 2018 destaca que ya se habían observado tambaquis y especies híbridas en varios países de los que no son nativos, como Estados Unidos, China, Indonesia, Myanmar, Vietnam, Tailandia y Singapur.
En el texto hacen referencia a que pudieron haber llegado de forma accidental, pero también deliberada con el objetivo de poner en marcha piscifactorías de estos peces en otros lugares.
Otra fuente que se menciona como posible medio de propagación es la acuariofilia, la práctica de mantener especies acuáticas en tanques para decoración y disfrute.
El citado medio de Lima recordó que este intercambio de especies entre países estaba mucho menos regulado hace tres o cuatro décadas.
Cría de peces ornamentales amazónicos
Además de las especies criadas para el consumo (como el tambaqui y la pirapitinga), también llama la atención lo ocurrido con los peces ornamentales amazónicos.
“El acará-disco, originario de la Amazonia, se vende en el extranjero con nuevos colores y características que no existen en Brasil”, señaló Giovanni Vitti Moro, investigador de Embrapa Pesca e Aquicultura.
Estas nuevas cepas de la especie se desarrollaron a partir de cruces o seleccionando las características deseadas mediante manipulación genética y son apreciadas por aficionados a los acuarios de todo el mundo. “Hoy en día, tenemos que importar estas diferentes matrices del acará de China, India y Tailandia”, añade Moro.
El biólogo Adalberto Luis Val, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía, señaló que Brasil también está rezagado en este mercado de acuarios.
Esto se debe a que los productores locales siguen dependiendo del extractivismo, que se basa en recoger estos peces directamente de la naturaleza, en lugar de criarlos y reproducirlos en tanques.
“Necesitamos desarrollar tecnologías para la producción de estos animales en cautividad. China ya lo hace, y el mercado de los acuarios ha indicado que entre 2025 y 2030 se reducirá gradualmente la importación de peces ornamentales procedentes del extractivismo”, afirmó el investigador y profesor.
Fuente: BBC/Gestión