(Agraria.pe) En medio de factores climáticos adversos por el fenómeno de El Niño, la producción agrícola cayó -5.79% de enero a octubre de 2023, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En ese sector, los cultivos de agroexportación no escaparon a la situación. En Cerro Prieto (CFI Holdings) reconocen un impacto en la productividad, pero la empresa logra crecer el 2023, cosechando literalmente los frutos de las inversiones de años pasados. Para el 2024, retomará su ritmo de gasto para migrar a una nueva generación genética de arándanos que permita no sólo resistir a climas cambiantes, sino tener grandes mercados como China.
Sobre estos temas y las oportunidades de crecimiento en el campo, comenta Alfonso Bustamante Canny, presidente del Consejo de Administración del Grupo Cerro Prieto, que hoy cuenta con 1.500 hectáreas de arándanos (en Chepén y Huaura), 460 hectáreas de espárragos (en Chepén) y 2.280 hectáreas de palta sembradas en Perú y Colombia (390 hectáreas).
¿Cómo termina Cerro Prieto el 2023?
Ha sido un año muy desafiante para toda la industria y para Cerro Prieto no ha sido la excepción. Hemos visto subir las temperaturas mínimas hasta 5 grados y eso perjudica la capacidad de producir flores y frutos.
¿Cómo afectó eso a los cultivos?
Nuestra producción de palta cayó casi un 30%, esperamos recuperarnos en el 2024 porque después de años muy cálidos los árboles se reponen, todo dependerá de si continúa el efecto El Niño. En palta no vimos una mejora en los precios a pesar de la menor producción peruana porque fue compensada por la producción mexicana. En el espárrago, la productividad también cayó entre un 15% y un 20%, pero los precios compensaron, salimos un poco mejores.
En los arándanos, la enorme caída de la productividad hizo que los precios subieran significativamente en el último trimestre, lo que para Cerro Prieto ha sido un gran alivio, porque en 2021 y 2022 hicimos una inversión importante, a pesar de la inestabilidad política. Fuimos contra los cíclicos, invertimos US$ 150 millones en empaque y en campos de arándanos. Fue un buen año.
¿Básicamente por efectos de precio?
Todos los nuevos cultivos plantados en 2021 y 2022 nos ayudaron, no entraron en producción hasta 2023. La respuesta de los empresarios a los desafíos es la inversión y la gestión de costos.
Entonces, ¿cierran 2023 con una ligera caída de ingresos?
Alcanzaremos US$ 212 millones en ventas. El 2022 fue menor, US$ 195 millones, las inversiones que hicimos nos han ayudado. En el 2023 entraron en producción 200 nuevas hectáreas de palta y 650 hectáreas nuevas de arándanos.
¿Hoy tienen en marcha una campaña de cosecha?
Estamos en la segunda campaña del espárrago, que finalizará en enero. Los arándanos se han convertido en un cultivo anual, con algunas interrupciones para evitar enfrentamientos con los productores estadounidenses. En palta contamos con 1.890 hectáreas, de las cuales 200 hectáreas entrarán en producción en 2024 y hemos invertido para ser líderes mundiales, complementando nuestra oferta con campos en Colombia.
¿Cuál será el presupuesto para 2024?
Hemos aprobado US$ 20 millones. Pasamos por grandes dificultades, ha sido un año difícil, pero como dice el presidente del BCRP, Julio Velarde, una empresa que no invierte sucumbe ante su competencia. En 2023 bajamos la inversión al mínimo, pero estamos volviendo a ella.
¿A qué proyectos se destinará la inversión prevista?
Incluye el cambio varietal de arándanos, pero también vamos a mejorar un empaque que tenemos en la irrgiación Santa Rosa (Huaura), que requirió ciertos ajustes para mejorar la calidad de nuestra fruta allí.
¿Cómo se realizará este cambio varietal?
La vida útil de un campo de arándanos ya no proviene de la vitalidad de la planta, sino de la genética para lograr una mejor productividad y frutos de mayor tamaño. Contamos con 690 hectáreas de genética de primera generación (variedades Ventura y Biloxi) que iremos cambiando en los próximos tres años. En 2024 serán 200 hectáreas. Nos vamos a deshacer de gran parte de los genéricos menos productivos y de mayor coste, que han sufrido mucho con el fenómeno de El Niño.
La inversión en arándanos de última generación ronda los 100.000 a 130.000 dólares por hectárea. La eliminación del régimen laboral agrario ha reducido el flujo de caja de las empresas y limitado la capacidad de reinversión, lo que lo hace un poco más difícil.
A partir de estas iniciativas, ¿cuál es la proyección de ingresos para 2024?
Se ve desafiante con el fenómeno de El Niño, con incertidumbre, nuestros presupuestos son conservadores en ingresos y costos, a pesar de que estamos haciendo grandes esfuerzos para optimizar nuestros procesos para reducir costos. Uno de los desafíos es la capacitación para mejorar la productividad y los ingresos.
¿Existe algún proyecto para ampliar la frontera agrícola?
Por ahora nos centramos en Colombia. Contamos con tres fincas con 1.000 hectáreas, de las cuales hemos sembrado 390 hectáreas con árboles de palta, que recién entrarán en producción en 2024 y ayudarán a complementar nuestra oferta peruana.
¿En cuántos años sembrarán las demás hectáreas?
Todavía es un poco incierto, porque la palta tarda mucho más en entrar en plena producción, hasta seis o siete años. El proceso de aclimatación o consolidación es más largo.
¿En el mediano plazo ve oportunidades en el Perú?
Hemos hecho un esfuerzo para ir a Arequipa (Majes Siguas II), montamos un campo experimental en Santa Rita de Siguas, frente al proyecto de riego, que se diferencia de los demás porque está más al sur, a 1.000 metros sobre el nivel del mar en promedio. Nos da una ventana para ofrecer productos totalmente diferentes, puede ser complementario a nuestras fincas Santa Rosa y Chepén. Ojalá se pueda concretar el proyecto para Arequipa y Perú.
¿Qué frutas prueban en Santa Rita de Siguas?
Paltas, arándanos, cerezos, espárragos, todo lo que creemos que se puede desarrollar. El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) tiene estaciones de experimentación en todos los valles del Perú, pero desde hace un tiempo ha perdido fuerza, no estaría mal que el Perú recuperara su capacidad, mientras tanto el sector privado lo hace.
Fuera de Majes Siguas II, ¿mira otras áreas?
Siempre estamos muy atentos. Bagua tiene condiciones excepcionales, intentamos hace unos años, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, desarrollar allí un riego complementario al que ya existe, con nuestro compromiso de instalar una empacadora, y así promover el cultivo de palta.
¿Qué pasó?
No prosperó con los otros gobiernos cuando nos quedamos sin interlocutores en el Ministerio de Agricultura, pero hay que retomar ese proyecto.
En exportaciones, ¿se dirigen a nuevos mercados?
Tenemos presencia en los cinco continentes, pero estamos trabajando en estos cambios varietales de arándanos porque queremos desarrollar estas genéticas para el mercado chino, debido a las oportunidades que presenta el puerto de Chancay y los menores fletes.
¿Cuál es la expectativa?
No se trata sólo de enviar el mismo arándano, sino de llegar al gusto de los consumidores y una fruta con una dureza para viajar ahora en 30 o 33 días a China. Estamos adaptando la genética para ello. En la palta también tenemos que adaptar nuestros procesos.
¿Cerro Prieto ya exporta a China?
Sí, pero es un desafío debido a los largos tránsitos. La oferta peruana está altamente concentrada en Estados Unidos y Europa. En Cerro Prieto somos los mayores exportadores de paltas a Chile, y más bien en arándanos estamos muy concentrados en Estados Unidos. Desde enero Cerro Prieto tiene un nuevo gerente general y será un gran aporte a estos desafíos.
¿Qué otros desafíos enfrentas?
Al estar nuestros mercados tan alejados, la palta se cosecha con un menor nivel de madurez expresado en porcentaje de materia seca y requiere de un tratamiento especial en destino. Los importadores que deben realizar este proceso no lo han perfeccionado para la fruta peruana, lo que da una imagen de fruta de segunda.
Perú va a tener que intervenir y Cerro Prieto lo está haciendo, es uno de los desafíos que tenemos para el 2024. Es una iniciativa empresarial, de articularnos, de trabajar con nuestros aliados allá para mejorar sus procesos.
¿Existen iniciativas de innovación?
Con estos desafíos de costos y competencia, debemos innovar en todos nuestros procesos. Hay startups que tienen proyectos muy interesantes, desde capacitación de trabajadores hasta teléfonos celulares, polinización robótica y otros. En Cerro Prieto abrimos un nuevo departamento de Innovación.
¿Van a trabajar en sus propias innovaciones o adquirirán nuevas empresas?
Más que comprar, desde la matriz CFI Holdings ya tenemos acceso a bancos de empresarios locales y extranjeros. A través de CFI, somos inversores ángeles en algunos de los desarrollos.
Fuente: Gestión