Por: José Antonio Tejada Villón, Ing. Agrónomo, especialista en producción agrícola, control de la erosión y tecnologías ancestrales.
(Agraria.pe) El Perú tiene un millón de hectáreas construidas con andenes incaicos. Se trata de infraestructuras que permiten el correcto drenaje de las lluvias o riego, y que no permite el uso de fertilizantes químicos, pesticidas, ni sobrepeso por ganado vacuno.
La institución Cusichaca Trust, al mando de la DRA. Ann Kendall, investigó por tres décadas el comportamiento de los andenes en la actualidad y pudieron refaccionar con metodología incaica 500 hectáreas entre Ayacucho y Andahuaylas.
En el año 2009, con Sierra Exportadora, de planeaba refaccionar andenes incaicos en Lima, y promover el consumo de alimentos cosechados en ese sistema de cultivo, que garantiza una alimentación sana y un turismo vivencial retrospectivo.
En algún momento AgroRural quiso reparar andenes, y fue la misma Ann Kendall que llama la atención por el uso de fierro y cemento, algo que destruía la arquitectura y el efecto favorable para los alimentos y el turismo.
Actualmente, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) anunció un proyecto para la recuperación y puesta en marcha de 120 mil hectáreas de andenes en sistema de riego, para ello se deben contemplar que el trabajo se hace a mano, algo que puede requerir 5.000 puestos de trabajo debidamente capacitados y uso de abonos orgánicos como el guano de Islas y similares a base de pescado, además de estiércol de auquénidos y ovinos.
AgroRural requiere una capacitación por quienes trabajan en campo, dentro de ellos grupos de agricultores expertos en técnicas incaicas.
Con esta iniciativa del Midagri, se recomienda también recuperar los waru waru, para los cultivos altoandinos donde hay escasez de lluvia, tal como lo hicieron nuestros ancestros en Puno.
