11 marzo 2013 | 08:18 am Por: Redacción

Afirma Augusto Cillóniz Benavides, gerente general de Irrigadora Cerro Prieto

“VALLES INFÉRTILES EN JEQUETEPEQUE Y LAMBAYEQUE PODRÍAN CULTIVARSE”

“VALLES INFÉRTILES EN JEQUETEPEQUE Y LAMBAYEQUE PODRÍAN CULTIVARSE”

Los estudios hidrogeológicos demuestran su viabilidad gracias al agua disponible en el subsuelo.

Por: Lucy Arias Alarcón

Chiclayo, 11 de marzo 2013 (Agraria.pe) La empresa Irrigadora Cerro Prieto (ICP), cuya misión es desarrollar y poner en valor tierras eriazas para la agricultura, se ha propuesto ampliar la frontera agrícola en diferentes zonas del país.

Su foco son los suelos aparentemente no aptos, pero que podrían ser recuperados mediante el riego tecnificado con el suministro de agua subterránea mediante la inversión en pozos tubulares, siempre que la disponibilidad hídrica del subsuelo lo permita y estén debidamente autorizados por la autoridad de aguas competente.

Tal es el caso de los intervalles de Jequetepeque y Chancay-Lambayeque, que aún poseen grandes extensiones de tierra desértica, así como grandes extensiones de tierras salinizadas por el mal uso del agua abundante en ellos, así lo sostuvo Augusto Cillóniz Benavides, gerente general de la compañía, quien en entrevista con Agraria.pe, explicó que varios estudios hidrogeológicos han demostrado que en su subsuelo existe agua suficiente como para ser aprovechados racionalmente y recuperarlos.

“Esta particular característica las convierte en potenciales tierras cultivables de una amplia gama de cultivos industriales y de hortalizas, verduras y árboles frutales”, afirmó.

Además del agua, el clima cálido norteño, la ausencia de lluvias y los suelos ricos en materia orgánica en ambos valles son condiciones ideales para la producción agroexportadora los doce meses del año, resaltó.

Según Cillóniz, el potencial acuífero del valle de Jequetepeque es tan grande que de sus 40 mil Has, unas 25 mil Has tienen la napa freática a solo 50 cm de la superficie. “Eso indica que hay muchísima agua y es la que se puede explotar”, señaló y apuntó que en el subsuelo de dicha zona existe por lo menos la misma cantidad de agua que puede almacenar la represa de Gallito Ciego (380 millones de metros cúbicos).

En Lambayeque y al sur de Chiclayo, a sólo 15 minutos, también se podrían recuperar las pampas para la agricultura con agua del subsuelo del valle del Chancay. “Todo el norte peruano, especialmente desde el distrito liberteño de Paiján hasta el distrito lambayecano de Túcume, es una zona que posee un excelente clima y que por tener mucha agua en sus profundidades, puede permitir instalar una mayor diversidad de cultivos”, aseguró.

Es por ello que ICP afirma que la zona norte del país sería atractiva para los inversionistas. De allí que, en su opinión, el Estado, los gobiernos regionales y locales deberían fomentar y facilitar al capital privado para hacer dicha inversión.

“La inversión es grande, pero mucho menor a la que demanda la construcción de reservorios”, advirtió. Explicó que por pozo tubular se requieren US$ 85 mil y que la inversión por metro cúbico de agua anual es de US$ 0.15, mientras que en un reservorio no baja de US$ 3.00 a US$ 5.00 por metro cúbico almacenado, lo que impide la inversión privada en estos proyectos.

En las pequeñas parcelas del Jequetepeque y del Valle Chancay-Lambayeque, y en los distritos de Mochumí y Túcume, se podrían instalar pozos de drenaje vertical para erradicar los problemas de salinidad registrados, según indicó.

El empresario explicó que estos pozos permitirían que al perforar y bombear el agua, las parcelas bajen su nivel de salinidad y, como consecuencia, empiecen a recuperarse, y el agua excedente serviría para irrigar nuevas tierras.

La propuesta contempla la inversión privada en pozos que, al operar, se convierten en drenajes verticales (bombeo de agua subterránea), en vez de los convencionales drenajes horizontales que no permiten el uso productivo del agua recuperada. “Con la alternativa del uso productivo del drenaje vertical, el Estado no invertiría capitales, más bien irían a proyectos sociales en educación, salud y otros de su competencia”.

Por último, insistió que en coincidencia con la visión del MINAG de tener al agua como el centro del desarrollo agrario, este concepto de inversión permitiría el enlace entre la pequeña agricultura y la moderna agricultura industrial y exportadora ya que el agua del subsuelo de las parcelas se convertiría en el motor de nuevas alianzas virtuosas y de inclusión. “Las Juntas de Usuarios deberían liderar estas iniciativas”, concluyó el funcionario de ICP.

DATO

Irrigadora Cerro Prieto es una nueva empresa del mismo grupo constituida en agosto de 2012, con el objetivo de repetir la exitosa experiencia de riego en las 5,400 hectáreas de cultivo de la empresa agroindustrial Agrícola Cerro Prieto (ACP), anteriormente extensiones de tierra desérticas, y que desde el año 2000, son tierras fértiles dedicadas a productos para la Agroexportación. ACP se levanta entre los valles de Jequetepeque y Zaña, a 65 Km de Chiclayo.