Asimismo, agrega que se debe aumentar la reproducción de semillas de granos andinos y crear agricultores semilleros para contrarrestar la falta de semillas de los granos como tarwi, qañihua, kiwicha y quinua.
Por: Ani Lu Torres
Lima, 1 de julio 2013 (Agraria.pe) Ante la creación de varios programas sociales a favor de la seguridad y soberanía alimentaria y para mejorar la nutrición en los niños principalmente de zonas alto andinas, la diversificación del cultivo de los granos andinos y la reproducción de sus semillas así como también la creación de agricultores semilleros, aumentaría su aprovechamiento.
Así lo estimó el especialista en cultivos andinos Mario Tapia, a propósito de la realización de la primera Convención de Granos Andinos, realizada por la Asociación de Exportadores (ADEX) en Cusco este próximo mes.
“Los granos andinos son cultivos estacionales. Por ejemplo, en Puno sólo hay una época de cosecha y los programas sociales que tienen que abastecer a los colegios y requieren de estos alimentos todo el año tienen una gran dificultad”, señaló. Para garantizar su disponibilidad, aconsejó diversificar el cultivo de los granos, adaptándolos a diferentes alturas.
En ese sentido, señaló que ante la expansión de áreas para el cultivo de quinua y para intensificar el cultivo de tarwi, cañihua y kiwicha, se necesitaría contar con más semillas y con agricultores semilleros. “Ante la escasez y la gran demanda de semillas podrían favorecerse con un mercado demandante de semillas de calidad”, sostuvo.
Tapia, también aseguró que el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) está haciendo un esfuerzo por implementar semillas de calidad en las áreas expandidas para la producción de quinua.
Asimismo, informó que se ha incrementado la demanda, consumo y precio de quinua en el extranjero. “A nivel urbano, la demanda se mantiene a pesar de los esfuerzos de la gastronomía mientras que a nivel rural el consumo existe por tradición”, dijo. Alentado por el dinamismo, se prevé que el Perú pasará de 38 mil Has de quinua este año a 50 mil Has, debido al cultivo de quinua en la costa y en la zona de Majes.
En cuanto a cañihua, apuntó que sus áreas se han reducido (actualmente hay unas 5 mil has), debido a que requiere mucha mano de obra, por lo que los productores suelen reconvertir su cultivo por forraje para la ganadería lechera. Sin embargo, según explicó, se trata de un grano que se adapta entre los 1.800 msnm y los 3 mil msnm. En cuanto a la kiwicha, compite con el maíz por lo que ha reducido su producción y su oferta; y el tarwi, requiere de un proceso laborioso en poscosecha. ¨Sólo se produce en zonas específicas de Ancash, Junín, Cusco y muy al sur de Puno,”, indicó. Por lo que apuntó a que el tema crucial es potenciar la mecanización de este cultivo.
Quinua en costa y en sierra: diferencias
El especialista observó que la producción de quinua a nivel del mar, en la que la siembra es intensiva y con alto rendimientos, pero bajo una agricultura convencional, empleando agroquímicos, alta mecanización y riego tecnificado. Ante ello, expresó su temor sobre la posible producción de una quinua ¨no ecológica, diferente a la que se cultiva en la zona andina.
“Nuestros mercados demandan la quinua ecológica, lógicamente también se exporta quinua convencional. Sin embargo, la característica del cultivo es muy importante en el mercado externo”, dijo.
Por otro lado, observó que existe una diferencia asociada al manejo ancestral de los granos andinos. Mientras estos se obtienen en campos, donde la comunidad trabaja en conjunto, dependiendo del riego a partir de agua de lluvia, en la costa, el riego es mecanizado y la producción menos vulnerable a plagas y enfermedades. ¨En las zonas altas se conservan todo los cultivares, quinua roja, negra, pasancalla, y en la costa se prefiere variedades comerciales que han producido las estaciones experimentales del INIA”, dijo.
Dato
-Se espera que al menos 100 productores de granos andinos de la región sur participen del Convención de Granos Andinos. Esta se celebrará el 8 y 9 de agosto en Cusco.