El reconocimiento alcanza a 1,110.79 hectáreas de bosque, de las cuales 187,90 se destinan a la producción de cacao, café y otros productos orgánicos, en tanto que 25,15 ha se dedican a la conservación.
El FSC infirmó que la apuesta de los pequeños productores por el desarrollo forestal con plantaciones y sistemas agroforestales como acciones que ayuden a reducir la presión sobre los bosques, es un ejemplo de que es posible lograr el crecimiento de la frontera agrícola y el aprovisionamiento de madera sostenible.
“La certificación obtenida alcanza a 1,110.79 hectáreas de bosque, de las cuales 187,90 ha están destinadas a la producción, en su mayoría plantaciones, y 25,15 ha para la conservación. La evaluación y certificación fue realizada a la totalidad de las parcelas de los propietarios designada para el proceso”, comentó la entidad.
Agregó que para dar el primer paso a la certificación, los productores miembros de las organizaciones Acopagro, Fundación Amazonía Viva y Oro Verde, se unieron bajo la orientación de la empresa social Amazonía Justa. Esta realizó actividades de capacitación que incluyeron un taller de manejo forestal en la localidad de Juanjui a carga de la asesora Yadid Ordóñez de la Unidad de Políticas y Estándares de la Oficina Regional de Latinoamérica del FSC, con el apoyo de la oficina local de dicha institución.
Oscar Santamaría, gerente general de Amazonía Justa, declaró que esta certificación es un paso más para avanzar en la misión de promover y demostrar que es posible alcanzar el desarrollo social, ambiental y económico, en colaboración con los pequeños productores agropecuarios, a través de la restauración activa de los ecosistemas.
“Para nosotros no solo se trata de desarrollar la cadena de suministro de madera agregando valor, sino también de dignificar el esfuerzo de los agricultores que respetan la legalidad y el medio ambiente. Esta certificación es parte de la propuesta estratégica para el desarrollo de una marca de madera legal, AMAjusta”, sostuvo.
Luego de este proceso, los pequeños productores, quienes contaban previamente con una certificación de cacao orgánico, han añadido a su cartera de productos sostenibles las especies madereras que existen en sus parcelas, las mismas que podrán comercializar en el mercado local e internacional, donde cada vez más empresas y consumidores eligen productos con el sello FSC debido a la garantía que ofrece el origen y la cadena de valor de los productos maderables de bosques manejados responsablemente.
“En el FSC reconocemos el trabajo y el esfuerzo de los productores miembros de las organizaciones de Acopagro, Fundación Amazonía Viva y Oro Verde que, junto con Amazonía Justa, han apostado por la conservación y producción responsable de los bosques en un área tan emblemática como la región peruana de San Martín. Esta iniciativa es una prueba que el compromiso y las alianzas estratégicas nos permitirán consolidar el cuidado de nuestros bosques utilizando la certificación FSC como una herramienta que garantiza su sostenibilidad para poder seguir disfrutando de ellos en el futuro”, indicó Alba Solís, gerente general de FSC Perú.
Además del valor agregado para los productos gracias a la certificación, la sola aplicación de los principios y criterios del FSC, los cuales son reconocidos globalmente como el más alto estándar forestal, contribuirán también a mejorar la calidad de vida de la comunidad.
“Y es que, una gestión responsable y sostenible de los recursos de los bosques, brinda la posibilidad de generar beneficios en ámbitos como la salud, vivienda, educación, entre otros que son fundamentales para el desarrollo”, resaltó la institución.
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