Para promover la resiliencia ante efectos del cambio climático, el Gobierno Peruano, organizaciones internacionales, líderes empresariales y representantes de la comunidad científica firmaron un compromiso integral, de origen y trascendencia internacional para tomar medidas a favor de mayor conservación y uso de la diversidad de nuestros cultivos.
(Agraria.pe) Con un encuentro con las comunidades de Paru Paru y Pampallacta en Pisac, Cusco, finalizó el Food Forever Experience 2019, evento desarrollado del 22 al 24 de mayo en nuestro país, con el propósito de concientizar y evidenciar las riquezas de nuestra diversidad agrícola y su potencial como herramienta clave para enfrentar la inseguridad alimentaria, la anemia y la desnutrición en el contexto actual de cambio climático.
Durante su día principal, el jueves 23 de mayo, el foro contó con la participación del Presidente de la República, Martín Vizcarra y la vicepresidenta de la República y presidenta de la iniciativa Food Forever Mercedes Aráoz, quienes, como representantes del Estado, ratificaron su compromiso por impulsar la conservación de nuestra biodiversidad andina y amazónica, así como por generar su desarrollo, innovación y competitividad ante el mundo; creando así beneficios en la salud y economía de nuestra población productora y la sociedad en general. Por ello, firmaron la Declaratoria Internacional de Interdependencia ‘Una visión de la biodiversidad que garantice nuestra alimentación para siempre’, la primera en su tipo en nuestro país y que marca el inicio de un Perú con mayor cuidado de la biodiversidad.
Esto sucedió frente a un escenario con destacados ejecutivos, investigadores y representantes de la comunidad gastronómica, empresarial e institucional de carácter nacional y extranjero como el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, la Academia China de Ciencias Agrícolas, el Banco Interamericano de Desarrollo, la National Geographic Society, AJE, Wong, PepsiCo, la Sociedad Nacional de Pesquería, entre otros, que también se sumaron y firmaron este acuerdo.
La cumbre fue organizada por el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos (Crop Trust), en unión con el Centro Internacional de la Papa (CIP) y la cadena de hoteles Inkaterra; a través de la iniciativa Food Forever, campaña global que busca promover la conservación y uso sostenible de la biodiversidad agrícola.
El reto: plantar la semilla
Durante los paneles de debate e intercambio de experiencias del evento, los participantes conversaron acerca de los principales desafíos para incrementar la productividad y seguridad alimentaria a nivel mundial. En particular, la conversación exploró cómo eventos climáticos como el aumento de temperatura, han conllevado al aumento de plagas y enfermedades y una mayor frecuencia de sequías, lo que ha puesto a la producción mundial de alimentos en riesgo.
También se expuso sobre el poder nutricional de estos cultivos y su gran contribución a la resiliencia de sistemas agroalimentarios, y la gran tarea que exige salvaguardarlos pues a través de su variedad se pueden generar oportunidades para el desarrollo de los agricultores. Permitirles producir cultivos más nutritivos, tolerantes al calor, resistentes a plagas y enfermedades, es fundamental para su adaptación a futuros cambios. Así podrían contar con una propuesta más variada para el mercado, además de producir un alimento más saludable y nutritivo que con sus aportes de hierro y zinc pueden ayudar a contrarrestar la desnutrición y enfermedades como la anemia.
Para cerrar el debate, se dio a conocer el papel de la biodiversidad y producción de los cultivos andinos como un motor de empoderamiento, competitividad e innovación empresarial para los agricultores. Promoviendo la diversidad, se les provee de oportunidades de ingresos adicionales, con una oferta de valor diferenciada para las empresas del sector agroindustrial y sus consumidores, permitiéndoles tener una agricultura más competitiva.
Escuchando a los actores principales
Para el día de cierre, el programa apuntó a integrar todo lo expuesto en los paneles junto al conocimiento de los productores de uno de nuestros tubérculos más emblemáticos en el mundo, la papa. Estas personas desde hace décadas son los guardianes de su biodiversidad.
Para ello, se realizó una visita al Parque de la Papa en Pisac, Cusco, lugar que es un ícono y muestra viva de cómo se puede lograr la armonía y conservación de nuestra biodiversidad junto a la naturaleza. Allí todos los participantes visitaron a las comunidades de Paru Paru y Pampallacta, donde conocieron las más de 3500 variedades de papas nativas que preservan sus comunidades, así como comprendieron los procesos que siguen para salvaguardarlas.
“El Parque de la Papa es una iniciativa de conservación in situ que resguarda la gran diversidad de variedades cultivadas de papa nativa peruana. Ahora estamos iniciando el mismo camino para sus parientes silvestres, en una zona secundaria de origen y domesticación ubicada en las alturas de Pisac. Actualmente tenemos cuatro de estas especies, las cuales son muy importantes para adaptar las papas cultivadas al cambio climático. Sabemos que este es el inicio de un camino de importantes descubrimientos hacia el futuro, pues los parientes silvestres de nuestras papas domesticadas son la mejor fuente para enfrentar los desafíos de un clima andino cambiante”, explicó Alejandro Argumedo Director de Programas en la Asociación ANDES, representante y guía de las seis comunidades que integran el Parque de la Papa.
En este día, Marie Haga, directora ejecutiva de Crop Trust, se dirigió a las comunidades para reconocer y felicitar su labor en el Parque de la Papa. “Nosotros ya conocíamos y admirábamos su trabajo preservando la biodiversidad peruana. Sin embargo, ahora estamos aún más impresionados que antes del trabajo que están realizando porque han observado a una de las más grandes diversidades de papa cultivada y además están preservando también a sus parientes silvestres. Sin lugar a dudas, estas especies pueden cambiar la visión respecto a cómo podemos responder ante los efectos que se están suscitando por el cambio climático. El Parque de la Papa es un ejemplo de cómo se puede vivir en paz y armonía con la naturaleza; y su trabajo, un ejemplo para replicar en otros lugares del mundo”, expresó la experta.
Finalmente, Bárbara Wells, directora general del Centro Internacional de la Papa, añadió que “el Perú no solo es el centro de la biodiversidad de papa en el mundo, su producción local alimenta al país entero y da trabajo a muchos peruanos. Por ello, desde el CIP tenemos la misión de promover su preservación, catalizar el consumo sostenible de sus miles de variedades, a través de la creación de oportunidades de negocios para los agricultores; así como desarrollar nuevas variedades para el futuro. Este encuentro ha sido el primer gran paso para, acompañados con el Estado y la empresa privada, empezar a desarrollar acciones que garanticen la sostenibilidad de nuestro tubérculo insignia”.
Datos
•Cusco fue escogida como la sede oficial para esta meca de la preservación porque es la cuna de la papa, el cuarto cultivo más consumido del mundo, y las más de 3500 variedades sembradas que tenemos en el país tienen características para contribuir a la seguridad alimentaria de millones de personas. Sin embargo, el aumento de las temperaturas y la variabilidad extrema de los eventos climáticos actuales reduce su productividad, eleva la presencia de plagas y enfermedades, y crea un enorme riesgo para su conservación.
•Actualmente, dos mil millones de personas en todo el mundo sufren de desnutrición debido a que los alimentos nutritivos son demasiado caros o no están disponibles. En ese sentido, instituciones como el Centro Internacional de la Papa (CIP) y el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos (Crop Trust) trabajan en la preservación de la biodiversidad y el mejoramiento de los cultivos, a través de un proceso llamado biofortificación. Estas nuevas variedades biofortificadas pueden llegar a las zonas donde impera la desnutrición y la anemia, y con ello salvaguardar la salud alimentaria.