COLUMNA DE:
Juan Faustino Escobar

Juan Faustino Escobar

Economista, Gerente General de la consultora Planeamiento & Gestión S.A.C., con estudios de maestría concluidos en Gestión Pública. Formula proyectos, planes de negocios, estrategias y es capacitador en temas de gestión empresarial: planificación estratégica y mercadeo de servicios. Ha realizado servicios para agencias de cooperación internacional, grandes empresas e instituciones públicas por más de 20 años. En ese marco, tiene capacidad para sostener diagnósticos y propuestas al más alto nivel basado en novedosos enfoques, estrategias y herramientas.
31 mayo 2023 | 10:02 am Por: Juan Faustino Escobar

El reto para nuestras poblaciones y ganadería altoandina

El reto para nuestras poblaciones y ganadería altoandina
 

(Agraria.pe) En la década del 80, el Ing. Enrique Moya, ex jefe de CONACs y exrector mío, me invitó a integrarme al Proyecto Alpacas / INIA COTESU, proyecto cuya naturaleza era validar propuestas productivas y comerciales, y que se desenvolvía en la parte sur de Puno (Ilave), esfuerzo cofinanciado por la Cooperación Técnica Suiza.

El proyecto se relacionaba en esas líneas con DESCO-Arequipa, CCAIJO - Cusco y el propio INIA (Quinsachata); posteriormente, a través del FIDA se articuló con proyectos en Bolivia (llamas), Chile (carne de alpaca) y en Argentina para abordar la línea vicuñas (en estado de semi cautiverio).

Qué espacios, qué aprendizajes, qué desafíos, qué amigos tan entregados y capaces tuve la suerte de conocer. En mi ignorancia, en esa época, yo pensaba que el ganado vacuno tomaba agua todo el día en el lago Titicaca, figura que veía pasando con la camioneta de ida y vuelta, no sabía que bajo el nivel de agua había totora y esa especie era parte del alimento del ganado vacuno. A manera de justificación, explico que soy economista y mi tesis fue sobre la deuda externa.

Hace pocos días falleció Anastasio Llanos, de INIA Puno, gran amigo y profesional que me aclaró del tema en esa época, y me explicó muchos otros en un largo viaje ferroviario camino a un evento en Argentina- Jujuy, donde debuté exponiendo en temas de organización y gestión empresarial, dado el encargo que tenía de validar propuestas comerciales de fibra de la alpaca en el Perú (audacia de mi parte).

Se trabajaba en comunidades campesinas de Santa Rosa, Mazocruz, Pizacoma, sitios donde la temperatura promediaba los 28 grados bajo cero en los meses de junio / julio. En las madrugadas el gran Teo Huanca, también hoy finado, salía con su botiquín para atender a los animales en las cabañas. Era retribuido con un ligero matecito y cachanga por los siempre agradecidos pastores; ellos no volverían a comer hasta la noche una sopita básicamente con papas e intestinos de camélidos.

Según los trabajos de Marco Sotomayor y Sabino Quispe, investigadores, el pequeño criador de alpacas de Puno, tenía a su cargo, en esa época, un promedio de 60 animales. Su ingreso, en esta crianza provenía 50% de carne y su equivalente por venta de fibra de alpaca. La situación socioeconómicamente no ha cambiado en casi 40 años, según he podido leer últimamente. La absoluta mayoría de los pequeños ganaderos se encuentran en condición de pobreza, sino en pobreza extrema.

Como también advertía por esos años el Ing. Walter Aguirre, gran proyectista y formulador del primer Plan de Desarrollo Regional de camélidos; sobre los 4000 m.s.n.m. la crianza de camélidos sudamericanos era casi la única opción agraria que se tenía a esa altitud. Sin embargo; la variable de sostenibilidad más delicada ha sido y es para los camélidos, la alimentación.

En las épocas de lluvia, los pastos no abastecen lo suficiente y en época de estiaje, la situación se pone dramática para su sobrevivencia.

Un hato ganadero de este promedio solo permite un ingreso bruto promedio anual de S/2,787.50; S/232.00 mensual y S/7.70 diarios para la familia, que descontado sus costos explica la situación social en la que se encuentran. Entendiendo también que el hato alpaquero se complementa a nivel mínimo con ovejas, cerdos y eventualmente unos vacunos.

Cuadro de ingresos por venta de fibra y carne de alpaca

Alpacas                      (60 Total Hato)

Blancas 90%

Color 10%

 Saca 10%

Total

50 explotación

45

5

5

55

Precio Blanco (Soles)

10

 

 

10

Precio Color (Soles)

 

5

 

5

Peso /rendimiento

3.5

3.5

25

32

Precio Carne

 

 

9

9

Total ingreso bruto

1575

87.5

1125

2787.5

 

Obviamente que una familia no puede vivir con esos ingresos y es por ello por lo que la migración y el comercio es parte de su estrategia para subsistir siempre bajo las difíciles condiciones.

No hace mucho, en plenos conflictos sociales, se decía que gran parte de los puneños tenían voluntad separatista. Falso, me consta su lealtad, la forma como en las comunidades desfilan, como cantan el himno patrio, como evocan su paso por los cuarteles de la zona fronteriza. Son tan peruanos como nosotros, orgullosos y leales.

Cantan, lloran y se divierten. Recuerdo la insistencia de César, responsable comunal, que me invitó al matrimonio de su hija, al que asistí rompiendo el protocolo que establecía mi institución. Nunca me alimenté mejor en un compromiso: Asado de perdiz, vizcacha al horno, suri asado (avestruz), chicharrón de llama, y acompañado de vino calientito de procedencia chilena, dado la articulación de la zona con el tripartito (Perú, Bolivia y Chile). Cada pieza de baile era una real amenaza para mi corazón; al día siguiente, domingo, llegó el cebiche de trucha de río, y en la tarde, en un partido de fútbol, nos ganaron 6 a 0. No llegamos al arco contrario, ni buscamos revancha (El partido fue entre el River Plate de Vilcallamas Arriba versus el Boca Junior de Bajo Lllagua).

Llegar a la comunidad nos demoraba 6 horas, en épocas de lluvia podía demorar 12 horas. Era usual cruzarse en la carretera con niños puneños yendo a la escuela, empujando un aro, y con los promotores de las DRA de Puno con moto, poncho, guantes, lentes, en camino a las comunidades. Ampliar los bofedales era la mayor tarea.

En la actualidad la pobreza se mantiene, la crianza se ha debilitado, salvo casos excepcionales. El Gobierno tiene una gran responsabilidad de plantear propuestas organizadas para esta noble población y crianza. En esa línea planteo la formulación de un proyecto de inversión con el Banco Mundial, con un monto no menor de 200 millones de dólares, para un horizonte de 5 años. Y que aborde el tema de pastos (revegetación, pastos cultivables, cercos, etc.), comercialización, mejoramiento genético, valor agregado, entre otros.

También la mejora genética es un tema impostergable, así como la sanidad; ahí tenemos universidades y cuadros profesionales como Juan Chávez, que han colaborado mucho por mantener el ganado de color, básicamente en Quinsachata. El objetivo: mejorar todos los rendimientos posibles; y trabajar la línea de carnes.

Estoy claro que en el sector de los camélidos andinos hay destacados profesionales que requieren la oportunidad para insertar distintas propuestas, aun sobre los 4 mil m.s.n.m., aun con 28 grados bajo cero, que permitan mejorar el sistema productivo y comercial (compras estatales, promoción intensiva, etc.).  Hay gente de esa época que se ha ido, pero también hay desafíos que las nuevas promociones de profesionales deben de enfrentar.

Antes de morir, Enrique Moya me dejó un mensaje en mi celular, yo estaba en Pataz y el encargo solo le escuché días después. Me dijo: Juan, las vicuñas están abandonadas en Puquio:Antes producían 500 gramos cada 2 años, hoy solo producen 300 gramos, y todos los animales están con sarna o caracha. Hay q ayudar a que eso se revierta, la vicuña es un símbolo nacional, está en nuestro escudo…” No seamos ingratos con nuestros camélidos, sean domésticos o silvestres.

Querido Ing. Enrique Moya, esperemos encontrar el camino y atender al sector que tanto quiso, defendió, y que son nuestra mejor alternativa para las zonas altoandinas del Perú.