COLUMNA DE:
Carlos Gomez

Carlos Gomez

Ingeniero Zootecnista de UNA La Molina y PhD Nutrición Animal (U. Guelph, Canadá). Se ha desempeñado como Director de Investigación de la Facultad de Medicina Veterinaria de U. Cayetano Heredia, Decano de la Facultad de Ingeniería de U. San Ignacio de Loyola y Profesor principal y decano de la Facultad de Zootecnia UNA La Molina donde realiza ahora docencia.
04 noviembre 2020 | 09:34 am Por: Carlos Gomez

Economía Circular en la agricultura nacional: Reto actual

Economía Circular en la agricultura nacional: Reto actual

Es de necesidad apremiante promover la reactivación económica enfatizando la actividad agropecuaria, principalmente en relación a la pequeña agricultura  y ganadería  que aseguren la adecuada seguridad alimentaria nacional; siendo que esta situación nos debe dar oportunidad de repensar diversas estrategias apropiadas para ello. En ese sentido, una noticia reciente de alta relevancia es proveniente del Ministerio del Ambiente respecto a que la agricultura muy pronto tendrá una hoja de ruta hacia una economía circular.

Para entender mejor dicha noticia, describo a la economía circular como un enfoque económico que tiene por objetivo reducir tanto el uso de materias primas en la cadena de producción como los desechos que se generan en ella. Se basa en los principios de la producción sostenible, mediante la reutilización de los desechos para crear nuevos productos, la reducción de la contaminación o el impacto ambiental de la producción y la regeneración de los sistemas naturales. Otra definición indica que en la economía circular se promueve un sistema regenerativo en el que se minimizan el consumo de recursos y los desechos, las emisiones y las fugas de energía, lo que puede lograrse mediante un diseño mejor, más mantenimiento, reparación, reutilización, re fabricación, restauración y reciclaje de larga duración ( Foro Económico Mundial de Davos,2020).

Por ejemplo, actualmente la cadena de valor del chocolate aprovecha los granos del cacao para la elaboración del producto, pero se desperdicia el resto de la biomasa del fruto. Estos desperdicios generan oportunidades para la economía circular, cuyo objetivo es generar soluciones a la biomasa residual del cultivo del cacao, a través de producción de biomateriales, licores, mantequilla y alimentos funcionales.  Igualmente otro ejemplo práctico en el ámbito ganadero es la promoción del mayor uso de residuos agrícolas y de la agroindustria en la alimentación de los animales. Este es componente ya incluido en propuesta NAMA: “Ganadería en el Perú: Rumbo a la neutralidad de carbono, cumpliendo metas de mitigación de gases efecto invernadero y contribuyendo a la seguridad alimentaria” liderada por MINAGRI y CIAT en alianza con FAO, IICA, UNA La Molina.  Asimismo son evidentes otras iniciativas relacionadas a economía circular para el sector agropecuario en los avances de trabajo "Elaboración del estudio técnico para para alcanzar la carbono-neutralidad del Perú en el largo plazo” en ejecución por BID en alianza con U. Costa Rica y U. Pacifico.

La mencionada hoja de ruta hacia una economía circular en el sector agropecuario nacional coincide con un esfuerzo equivalente conducido recientemente en Chile (https://www.odepa.gob.cl/wp-content/uploads/2019/12/EstEconomiaCircular2019.pdf). En dicho estudio se analizó las experiencias internacionales en economía circular y caracterizo las iniciativas en esta temática que se están desarrollando en el sector agroalimentario de Chile, así como también los actores claves involucrados. Además, se identificó las oportunidades y desafíos así como recomendaciones y pasos a seguir para avanzar hacia una economía circular en el corto y mediano plazo. Sería interesante contrastar dicha información con la metodología a usar aquí y sus resultados finales. Debo señalar que no hay duda que el esfuerzo nacional para ello debe ser lo más inclusivo posible incorporando variedad de productores, diseñadores de políticas y la academia.

La innovación será clave ciertamente para alcanzar los objetivos a plantearse por la economía circular en el sector agropecuario. En ese sentido los fondos actuales que promueven innovación en agricultura como PNIA, FONDECYT, INNOVATE, PROCOMPITE deberían incluir explícitamente esta necesidad en sus convocatorias de financiamiento asimismo explorarse otros mecanismos nuevos y específicos de promoción. Es remarcable en ese sentido que el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA) si lo considera actualmente entre una de sus prioridades. De forma complementaria también es necesario un esfuerzo a nivel educacional superior introduciendo tanto lo conceptos como la aplicación de economía circular en los diferentes programas de estudios del ámbito agropecuario así como entre actores del sector privado para lograr el mejor entendimiento de las ventajas de este nuevo concepto productivo.