28 junio 2018 | 09:51 am Por: Edwin Ramos

Según información de PromPerú

¿En qué regiones están los cultivos con potencial para sumarse a la agroexportación?

¿En qué regiones  están los cultivos con potencial para sumarse a la agroexportación?

De norte a sur, existen diversos departamentos con grandes posibilidades para cultivos de alto valor como arándano, aguaymanto, granadilla, chirimoya, entre otros.

 (Agraria.pe) Como se ha dicho ya antes, la agroexportación es el segundo motor económico del Perú solo por detrás de la minería. Y esto es posible gracias a la nueva oferta exportable del país. Lo interesante es que diversas regiones del país aún presentan potencial importante por explotar para desarrollar nuevos cultivos y sumarse a la ola exportadora.

Si empezamos de norte a sur, nos encontramos primero con Cajamarca. En esta región destaca el potencial del arándano, la chirimoya, la granadilla y el aguaymanto.

A continuación tenemos a La Libertad, donde existe terreno fértil para las granadas y las granadillas.

Por su parte, Áncash puede ser más protagonista en arándanos, chirimoya, granadas y aguaymanto.

En Lima en tanto, están las oportunidades de la lúcuma, la tuna, la granada y la chirimoya.

Ica, tierra que se sabe muy protagonista en esta historia, se muestra abierta a la producción de granadas.

Más allá, en Arequipa, se destaca el buen perfil para los arándanos.

Huánuco y Junín, en el centro del país, tienen excelentes oportunidades con la granadilla.

Ayacucho, por su lado, muestra un portafolio prometedor con paltas, guanábanas, aguaymanto y tunas.

Finalmente, Cusco puede ser gran partícipe de esta historia con aguaymanto y tunas.

De acuerdo a Claudia Solano, coordinadora del departamento de Gestión de Calidad de Promperú –quien compartió este material- toda esta variedad de alimentos puede encontrar su lugar en diversos mercados nuevos que se están abriendo para el Perú como China, Japón, Corea del Sur, Sudáfrica y Rusia.

Recordó sin embargo, que es importante cumplir con las normas de seguridad alimentaria más exigentes para no tener problemas en el comercio. Esto implica por ejemplo, observar los protocolos fitosanitarios y límites máximos de residuos.

También es fundamental cumplir con otras regulaciones como etiquetado, no exceder niveles de metales pasados y estar al tanto que no todas las frutas y hortalizas frescas pueden exportarse debido a restricciones fitosanitarias.