07 marzo 2018 | 07:39 am Por: José Carlos León Carrasco | jcleon@agraria.pe

En los últimos cinco años

38 mil familias se incorporaron al Desarrollo Alternativo en Huánuco

38 mil familias se incorporaron al Desarrollo Alternativo en Huánuco

Según Devida, este esquema también ha permitido que 13.751 familias de Huánuco obtengan títulos de propiedad.

(Agraria.pe) Entre los años 2013 y 2017, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) incorporó al desarrollo alternativo a más de 38 mil familias agricultoras de la Región Huánuco.

La entidad prestó a los beneficiados asistencia técnica, herramientas, abonos e insumos diversos para sus plantaciones de cacao, de café y de otros cultivos alternativos al de la hoja de coca.

La intervención de Devida, ejecutada en el marco del Programa Presupuestal de Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible (PIRDAIS) y del Plan de Posterradicación del Valle del Monzón, permitió mejorar la producción de más de 30 mil hectáreas de cultivos (entre ellas de 12.482 hectáreas de café y de 14.285 hectáreas de cacao).

En el Valle del Monzón se realizaron desde el 2014 más de 1.200 Escuelas de Campo para Agricultores (ECAs), en las que 1.500 participantes fueron capacitados en el manejo de los cultivos  como  abonamiento, injertación, poda de formación y mantenimiento, instalación de viveros y preparación de terrenos para el trasplante, así como en procesos de transformación y comercialización de los granos de café y cacao.

El conocimiento adquirido en las ECAs, a través de la metodología de “Aprender haciendo”, logró que muchos agricultores evitaran que sus cultivos fueran presa de las enfermedades y plagas que todos los años se presentan en temporada de lluvias. Este conocimiento está siendo reforzado a través de talleres de capacitación y de comités sanitarios y brigadas de sanidad conformadas en el propio campo.

El desarrollo alternativo también ha permitido que 13.751 familias de Huánuco obtengan títulos de propiedad, lo que les permitirá acceder al sistema financiero y, en lo posible, desarrollar proyectos productivos que mejoren sus condiciones de vida y la economía de sus comunidades.