(Agraria.pe) En el escenario mundial, Perú sigue cautivando con sus encantos, trascendiendo fronteras con destinos turísticos de renombre, como Choquequirao, recientemente destacado entre los 52 mejores lugares para visitar en 2024 según The New York Times. Sin embargo, la proyección internacional del país no se limita a sus maravillas naturales; su cocina es un pilar fundamental, atrayendo la atención de medios destacados como The Washington Post.
La capital, Lima, se muestra como un ícono gastronómico, con cuatro de sus restaurantes figurando en la prestigiosa lista de los 50 mejores del mundo. Este logro, que colocó a la ciudad en el epicentro culinario global, se atribuye a la combinación única y la creatividad de sus chefs.
Una década ha tardado Virgilio Martínez, de 45 años, siempre acompañado de su esposa, también cocinera, Pía León, de 36, en alcanzar la cima (The World’s 50 Best Restaurants). Martínez es uno de los nombres que resuena con fuerza en esta escena. Su restaurante Central fue coronado como el mejor del mundo en 2023.
Los principales diarios estadounidenses no escatimaron elogios al destacar la conexión entre su trabajo y el sitio de Moray. Su peculiaridad radica en que, a medida que desciendes por sus terrazas, la temperatura aumenta, un fenómeno que capturó la atención de la comunidad gastronómica. Los expertos sugieren que los incas utilizaban estas terrazas anidadas para aclimatar cultivos a diferentes altitudes, adaptándolos a las demandas de su imperio vertical.
“Moray, que se cree que se utilizó como laboratorio agrícola, alberga un efecto sorprendente: a medida que desciendes al cuenco, la temperatura aumenta. Los investigadores modernos creen que los incas utilizaron los anillos en terrazas para aclimatar los cultivos a diferentes altitudes para su imperio altamente vertical”, dijo el diario.
Perú se encuentra a la altura internacional
Incluso en el ámbito estadounidense, la escena gastronómica peruana es comparada con dos potencias mundiales, como París y Nueva York. El reconocimiento atribuido a Lima como epicentro culinario no es fortuito, sino que se fundamenta en el talento excepcional de los chefs de alto nivel que convergen en la capital peruana.
Según The Washington Post, “vayas donde vayas, a los peruanos de todas las razas y clases les encanta no sólo comer, sino también hablar de comida, con un sinfín de opciones apetitosas para todos los bolsillos. La mayoría de las recetas se pueden encontrar sólo en Perú; invariablemente se elaboran con ingredientes frescos”.
La sinergia entre la pasión por la comida y la habilidad culinaria excepcional de los chefs limeños catapultó a la ciudad a la cima del reconocimiento internacional. Lima no sólo se presenta como un destino gastronómico, sino como un epicentro donde la diversidad cultural se fusiona con la excelencia culinaria, creando una experiencia única que ha capturado la atención del mundo.
¿Sólo la gastronomía une a los peruanos?
En el escenario de una sociedad marcada por la corrupción, la disfunción política, la alta mortalidad por covid-19 y los tropiezos del equipo nacional de fútbol, la cocina emerge como una fuente constante de orgullo colectivo y alegría, según el análisis del antropólogo Alexander Huerta Mercado.
En palabras del experto, en un país donde muchos nunca han visitado Machu Picchu, la Maravilla del Mundo Moderno, la comida desempeña un papel distinto. A cualquier extranjero en Perú se le cuestiona inmediatamente sobre su aprecio por la gastronomía local, siendo casi una regla no responder con un no. Los chefs, afirma Huerta Mercado, son considerados héroes culturales, una figura que todos aspiran a ser.
La riqueza de la gastronomía peruana, representada por platos como el ají de gallina y el arroz con mariscos, revela una dimensión reconfortante en la cocina del país. Estas delicias, que tienen influencia de diversas culturas, forman parte de una extensa lista de postres, legado de la presencia francesa en la región.
“La excelencia culinaria peruana encuentra sus raíces en una despensa natural excepcional. Desde los picos andinos hasta la costa del Pacífico, la geografía variada del país alberga una diversidad de ecosistemas que sustentan cultivos y ganado. Más de 4.000 variedades de papas, hierbas, cereales y productos únicos se entrelazan en la trama gastronómica peruana. Las aguas del Pacífico, gracias a la corriente de Humboldt, contribuyen a una pesca excepcionalmente rica en plancton”, aseguró el medio.
La fusión de influencias, desde tradiciones indígenas hasta corrientes migratorias de España, África, Italia, China y Japón, define la identidad culinaria de Perú. Este mestizaje geográfico e histórico explica la sopa primordial que dio origen a la cocina peruana, aunque el “rayo” que la impulsó aún permanece sin identificar.
Fuente: Infobae