Director ejecutivo de Agro Rural pidió un cambio de paradigma con respecto al agricultor para empezar a entenderlo con sentido empresarial. Resaltó el rol que deben jugar las nuevas generaciones para la profesionalización de la actividad agraria.
(Agraria.pe) Estabilidad jurídica, agua y asociatividad son los tres conceptos que permitirán el resurgimiento del agro peruano. Así lo entiende Marco Vinelli, director ejecutivo de Agro Rural, para quien un instrumento como la Ley de Promoción Agraria solo requiere algunas “flexibilizaciones”. Esto a propósito del reciente debate que se ha dado a través de los medios de comunicación sobre la pertinencia de mantener la norma una vez que culmine su vigencia en el año 2021.
Para Vinelli, la Ley puede aprovecharse perfectamente no solo para los grandes empresarios agrarios, sino también para los medianos y pequeños como un incentivo de estabilidad jurídica.
“La ley está siendo aprovechada por muchos grupos empresariales en beneficio del Perú. Pero el gran reto es que esta ley también sea aprovechada por los pequeños y medianos productores. El debate no puede ser ‘derogar o no derogar’, sino cómo hacer para que todos los agricultores la empiecen a utilizar”, comentó.
Afirmó además que el espectro de oportunidades para desarrollar el campo se está ampliando desde el Estado y que hoy ya existen programas del INIA, Agro Ideas y Procompite para promover entre los pequeños productores la innovación y el uso de tecnología. “Solo hay que tener buenas ideas para presentarse y concursar por estos fondos”, indicó.
Cambio de paradigmas
El funcionario abogó además por desterrar la imagen arcaica del campesino como el hombre esmirriado “que usa ojotas y tiene las manos sucias en el campo”. Pidió, por el contrario, convocarlos y hacerlos parte de un sentido empresarial de la actividad agrícola para que se inserten al mercado, un sector que, señaló, está creciendo a buen ritmo con alto rendimiento y que absorbe al 25% de la población económicamente activa del país.
Pidió además que los empresarios busquen más opciones en la producción pues las oportunidades no solo están en el arándano, producto de moda que está ganando mercados en el exterior, sino en toda la gama que presenta el país no solo para exportación sino para asegurar la seguridad alimenticia de los peruanos.
“Entonces hay que abrir un poquito la mente, ver que no solo tenemos el arándano…También existe el chancapiedra, los mangos, la palta, la quinua, hay muchos otros productos en el país, somos un invernadero natural que podemos aprovechar. El Perú apuesta por la seguridad alimentaria”, refirió.
Aseguró además que en el desarrollo del sector deben cumplir un rol protagónico las nuevas generaciones, a las que hay que motivar con el uso de tecnología para profesionalizar la actividad agraria y lograr de esta manera que se queden en el campo, que se sientan empresarios y se destierre la imagen del “pobre agricultor”.
“Esa es la manera en que podemos desarrollar el país y en que los productores pueden generar recursos para sus familias, sino va a ser imposible”, concluyó.