(Agraria.pe) El impacto del Fenómeno El Niño es tan fuerte que sólo un reducido grupo de productores cosechará mango debido a que las altas temperaturas afectaron el proceso de floración de la planta. El cultivo actualmente se encuentra en la etapa de cuajado (desarrollo de fruta) y los agricultores deben hacer un buen manejo para recoger y exportar la poca fruta que hay en los campos de la costa de Áncash.
“La planta ahora está en cuaja y los agricultores deben tratar de que la fruta tenga un buen amarre (desarrollo de fruto) y con buena chapa para la exportación. Los agricultores deben cuidar el mango como oro porque en estos momentos el precio del mango aéreo (en Piura) es de S/ 200 por una jaba de 20 kilos”, explicó el especialista en árboles frutícolas, Carlos Córdova Castañeda, asesor agrícola del Servicio Para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), institución que capacita a pequeños productores en Moro y Pamparomás.
Córdova Castañeda también es parte de la Asociación de Agricultores de Casma (AAC) y es asesor de varios productores de mango en Huarmey, Jimbe, Nepeña y en Nuevo Chimbote. Asegura que la producción general de los campos se ha afectado en un 85 % y apenas un 15 % logrará la cosecha para vender mango al mundo a partir de febrero de 2024.
Propuestas
Los productores que tienen mango deben realizar trabajos culturales como el corte de panículas para evitar que las pequeñas espigas rayen o dañen la fruta que está en proceso de crecimiento. Además, deben cortar las ramas que bloquean la luz y evitan que el mango se desarrolle de forma adecuada. También se debe realizar una adecuada fertilización para el crecimiento y llenado de la fruta.
Una herramienta que es vital para el buen manejo del mango, y de cualquier otro cultivo, es la estación meteorológica que es parte de la agricultura moderna y ayuda a tener datos precisos del comportamiento del clima. “El clima es determinante en el desarrollo de la planta del mango y para eso es importante que los agricultores se agrupen y compren una estación meteorológica que no es muy costosa. Es decir, con una pequeña inversión pueden evitar grandes pérdidas y ahorrar costos”, indicó Carlos Córdova.
Deriva económica
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) tenía como meta de 2023 certificar 5187 hectáreas de mango distribuidos en 2931 lugares de Áncash, sin embargo, la productividad disminuyó drásticamente por la casi nula floración de la planta. Una situación que ha impactado principalmente a Moro y Casma.
“Se ha afectado toda la cadena productiva. Casma vive de la agricultura y en particular de la producción de mango y todos estamos preocupados. Los agricultores están endeudados, ha disminuido el trabajo”, comentó el ingeniero agrónomo Milton Calle en entrevista con SEDIR.
Los productores invierten unos 15 mil soles en promedio por hectárea de mango. Ahora sólo esperan que los precios de la próxima campaña compensen su inversión para mitigar el drama que les ha tocado vivir.