Especialista estuvo en Perú para participar en una conferencia de Bayer y sostuvo que el público sigue buscando frutos crujientes, de color uniforme y buen sabor, donde hay que tener cuidado para no saturar los mercados. El gran reto es la sostenibilidad que garantice un trato justo a todos los miembros de la cadena productiva. Además, estimó que la variedad Red Globe encontrará un nicho estable en las generaciones de mayor edad del mercado chino.
(Agraria.pe) Uvas crujientes, verdes, rojas o negras, de color uniforme y buen sabor. La receta es antigua y sigue siendo la misma; el público de hoy continúa buscando esas características en estos frutos. Sin embargo, hay matices que tienen que ver con las variedades y un entorno cada vez más competitivo donde los detalles y el cuidado del mercado hacen la diferencia.
Isabel Quiroz, directora ejecutiva de IQConsulting de Chile, estuvo en el Perú para participar de la conferencia “Nuevas variedades de uva y tendencias mundiales por demanda de fruta sostenible” que orgnaizó Bayer. En conversación con Agraria.pe, la especialista refirió que la diferencia entre las nuevas variedades de uva y las más antiguas es que estas tenían menos tiempo de poscosecha y por eso se deterioraban más fácilmente al llegar al mercado. “Eso ha hecho que las nuevas variedades, con mejor condición, mejor terminadas, sean las que hoy atraen más; pero una uva tradicional bien terminada que cumpla con todas esas características se va a vender bien”, observó.
Desde su perspectiva, el mercado internacional de uvas tuvo un punto de inflexión en el momento que muchos productores irrumpieron en el mercado, de tal forma que yo no era solo Chile sino también Perú, México, India, todos buscando conquistar su espacio y generando un gran volumen de oferta. Ello generó que el consumidor adquiriera más poder y escogiera. Y no es que Chile o Perú produjeran fruta de menos calidad que hace 10 años, sino que el volumen disponible en el mercado permitió que el consumidor buscara lo que más le convenía.
¿Tiene futuro la Red Globe?
Isabel Quiroz apuntó que cuando hay demasiada cantidad de una fruta que no se consume mucho, como sucedió en Chile con las manzanas, el nivel de precios empieza a caer hasta un punto en que logra estabilizarse. Ahí es cuando se puede hacer negocio pues ese precio indica que se ha capturado un nicho, dice. Ese es el destino de la uva Red Globe.
Recordó que este cambio en el gusto del mercado chino, principal plaza para esta variedad, se dio a partir de la migración de las nuevas generaciones de chinos a países como Estados Unidos o Australia, donde adquirieron costumbres alimenticias distintas y se les abrió el apetito por las uvas seedless. Por eso, hoy la Red Globe está confinada a los chinos que ya conocen el fruto y no tienen problema con las pepas, además que el tamaño, forma y color les evoca el tiempo en que la conocieron y era la alternativa de más alta calidad del momento. “Ese nicho creo que está circunscrito a la gente mayor en China; no va a seguir creciendo y a los que les gusta consumir uva con semilla van a ser pocos los nuevos que se integren, pero va a ser un nicho más estabilizado”, agregó.
El reto de la sostenibilidad
La ejecutiva de IQConsulting destacó asimismo que hoy la fruta no debe ser solo atractiva y deliciosa, sino que tiene que ser producida de forma sostenible, lo que significa tener cuidado en tres áreas importantes: que todos los trabajadores de la cadena reciban ingresos justos, que la producción sea sustentable desde el punto de vista medioambiental y que sean socialmente equilibrados.
Es debido a estas preocupaciones que hoy se han generado múltiples certificaciones que apuntan al cuidado de aspectos productivos relacionados al ambiente, pago justo al productor y demás, los cuales son reconocidos por los consumidores. “Asistiremos a un periodo de promoción de muchas certificaciones sustentables; los supermercados con las suyas propias, gobiernos, regiones, asociaciones de productores… debemos evaluar cuál es el sello que mejor representa lo que hago y sea reconocible por los compradores. Si hay un sello que no se promociona y no conecta o identifica al consumidor con lo que busca, no sirve”, declaró.
En este aspecto, reconoció que tanto en Chile como Perú hay avances importantes con la certificación Global Gap como principal estandarte vinculado a la sustentabilidad. Sin emabrgo, observó que este recnocimiento no se ha difundido lo suficiente en los consumidores, por lo que debe hacerse un esfuerzo por promover su reconocimiento.
Finalmente, Quiroz incidió en la importancia de ofrecer una provisión balanceada de frutos a las plazas, de tal forma que no se afecten los precios, lo que requiere un trabajo de inteligencia de mercados, un aspecto que, sostuvo, es una falencia patente todavía en Chile y Perú. En este aspecto, Sudáfrica es un buen ejemplo a seguir pues constituyó un panel de comercialización que permite a sus productores ponerse de acuerdo para no entregar volúmenes disrruptivos a los mercados que generen caídas de valor. Es una labor que quizá Chile y Perú debieran emular de manera conjunta.