(Agraria.pe) Desde una postura crítica, el economista Alejandro Indacochea califica a la recientemente lanzada Segunda Reforma Agraria como “una vuelta al pasado de 50 años atrás”. La razón se concentra en un punto específico: “Los subsidios indiscriminados y sin un objetivo claro no son sostenibles en el tiempo”.
Para el analista, este tipo de políticas terminan dejando al pobre tan igual o aún más pobre que al principio, ya que el problema del agro está en la productividad, lo que exige acceso a tecnología y conocimiento de los mercados.
“Por ejemplo, una labor que hoy emplea en el campo a 10 trabajadores, en el agro moderno solo requiere de uno o dos trabajadores para hacer la misma tarea”, explica.
Asimismo, recordó que de acuerdo a información de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), el crédito de fomento mediante el Agrobanco tiene una cartera morosa del 83%, lo que va de la mano con una muy mala experiencia en la asignación de los préstamos, que se enmarca en un mal manejo de los fondos.
En tanto, sobre la anunciada creación de una planta de producción de fertilizantes aprovechando los fosfatos de Bayóbar en Piura, con la cual el Perú pasaría a ser agente exportador, declaró que “no cuenta ni siquiera con un estudio previo del mercado al cual iría dirigida”.
Esto revela, acotó, que no hay un proyecto armado con objetivos y metas plantedas, ni un presupuesto asignado dentro de la iniciativa reformista.
“Lo que veo es una gran improvisación y mensajes para seguir dividiendo y polarizando al país”, concluyó Indacochea en sus redes sociales.
