05 octubre 2021 | 09:33 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Sostuvo Raúl Asensio, editor e investigador del Instituto de Estudios Peruanos

Segunda Reforma Agraria: La idea del Secigra rural es un retroceso de décadas

Segunda Reforma Agraria: La idea del Secigra rural es un retroceso de décadas
El analista recordó que la entrega de créditos a los pequeños productores se practica desde mediados del siglo pasado sin resultados por la estructura del sector. Además, dijo que el repoblamiento ganadero parece responder más a la obsesión o experiencia personal de alguien en el Midagri, pues va contra todo lo que la izquierda defiende en sostenibilidad ambiental.

(Agraria.pe) Las reacciones al lanzamiento de la denominada Segunda Reforma Agraria son múltiples, desde los elogiosos hasta lo más críticos. En un punto medio, Raúl Asensio, editor e investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), concluyó que, con lo que se sabe de la iniciativa hasta ahora, “los ejes de la Segunda Reforma Agraria son en su mayor parte un conjunto de buenos deseos, con los que es difícil no estar de acuerdo. En su mayoría se trata, además, de cosas en las que ya se está trabajando desde hace décadas”.

El académico recordó asimismo que el Perú cuenta con una enorme tradición de proyectos de desarrollo rural, por lo menos desde los años 50, con cientos de iniciativas que han implicado gastos por miles de millones de soles. “A veces han salido mejor y a veces peor, pero es difícil encontrar algo novedoso en ese campo”, agregó.

Un punto en específico sí ha despertado su preocupación particular: “La idea del Secigra rural es un retroceso de décadas, hacia el paradigma ingeniero-céntrico del desarrollo rural. Va en la dirección contraria a los avances hacia un modelo de expertos locales y metodologías de campesino a campesino”, explicó.

A esto sumó que desde la mitad del siglo pasado se ensaya el crédito a los pequeños productores, un esquema que no funciona en las condiciones reales del Perú rural caracterizado por minifundios, baja productividad e imposibilidad de aplicar garantías. Esto implica que termina en la práctica convertido no en un subsidio a la producción, sino al consumo de las familias.

“Esto no es algo malo en sí mismo, pero si se trata de subsidiar el consumo hay formas mejores. En resumen, habrá que ver los detalles para saber si la Segunda Reforma Agraria es un simple encuadre publicitario para ganarse el aplauso de la afición o se trata de algo más serio”, determinó el especialista.

Finalmente, estimó que la idea del repoblamiento ganadero “sí suena raro”, pues “tiene un claro sabor a años 60 y parece responder más a la obsesión o experiencia personal de alguien del ministerio que a una reflexión sistémica. Además, va contra todo lo que la izquierda defiende en la sostenibilidad ambiental”, escribió en su cuenta de Twitter.

(Foto: IEP)

 

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