13 junio 2019 | 09:49 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Primer Foro Nacional de Género y Seguridad Hídrica

Se debe ofrecer mayor representatividad y poder a las mujeres en las juntas de usuarios

Se debe ofrecer mayor representatividad y poder a las mujeres en las juntas de usuarios

Especalista señaló que en el mundo rural el trabajo de las mujeres es menos remunerado que el de los varones a pesar de ser el mismo; también existe disparidad en el reconocimiento de la propiedad. 

(Agraria.pe) La batalla por la equidad de género se libra en muchos frentes a la vez, y del mundo rural y agrícola no podía estar exento. Por ello, es necesario conocer la actualidad en números de esta realidad, una tarea en la que Fernando Momiy del Proyecto Natural Infraestructure for Water Security, se encuentra abocado.

Durante su participación en el Primer Foro Nacional de Género y Seguridad Hídrica, organizado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; Ministerio del Ambiente; el Ministerio de Agricultura y Riego; USAID y el Gobierno de Canadá, el especialista reveló que en el ámbito rural peruano las mujeres ganan en promedio 46% menos que sus pares varones por hacer el mismo trabajo. 

Esta disparidad se refleja además en otras instancias decisivas, como las juntas de usuarios a lo largo del país, elementos claves para el desarrollo agrícola. Señaló un muestreo de una de estas organizaciones, donde, de un total de 895 integrantes, solo 99 son mujeres. Esto tiene un correlato en las presidencias de sus directivas, donde 109 son hombres en tanto que apenas  8 son mujeres. 

“¿Por qué no tienen (las mujeres) la misma voz, los mismos derechos; no trabajan sus propias parcelas? Debemos encontrar las causas y cambiar; conociendo las brechas podemos trabajar en cerrarlas”, pidió. 

Disparidad en posesión
Otro aspecto clave de la problemática que abordó Fernando Momiy fue la propiedad del terreno agrícola, que en un 79% corresponde a varones, mientras que un 21% a mujeres. Este dato es clave, pues las licencias de uso se otorgan en función de la propiedad de la tierra. 

“Debemos romper ese paradigma; ¿por qué tenemos que atar esto al derecho de uso? ¿Por qué no decimos si quieres tu derecho de uso ven con tu esposa porque también queremos poner el nombre de tu esposa en este derecho de agua?”, inquirió, recordando que este es un poder que se traslada a la economía del hogar y puede ser una vía para empoderar a las mujeres. 

La desproporción también se deja ver en la conducción de las parcelas. El especialista  refirió que por cada 100 hectáreas, 70 las manejan varones y 30 las mujeres. 

“Mantener esta situación es perpetuar la pobreza y la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas”, dictaminó.

El especialista refirió finalmente que este esfuerzo requiere poca inversión y que otorga muchos réditos solciales. Ya existen iniciativas encaminadas desde el Gobierno como el Plan de Acción de Género, el Plan de Cambio Climático, la Política Nacional de Igualdad de Género y la Ley de Mecanismo de Retribución por Servicios Sistémicos, entre otros que apuntan en ese sentido.