(Agraria.pe) Mientras Sudáfrica se prepara para el inicio de la temporada de cítricos de 2024, la industria de la naranja enfrenta continuos desafíos debido a las regulaciones de la Unión Europea (UE) sobre la falsa polilla de la manzana (FCM). Estas normas, introducidas en 2022, han perturbado significativamente las exportaciones de naranjas de Sudáfrica a Europa, tradicionalmente un mercado importante.
Al acercarse otra temporada, es hora de examinar los impactos que han tenido estas regulaciones y lo que podrían significar para la próxima cosecha y las exportaciones.
Los nuevos requisitos de la UE para la exportación de naranjas, que exigen tratamiento en frío e inspecciones adicionales para el FCM, han planteado importantes obstáculos para los productores de cítricos de Sudáfrica.
Cuando las normas entraron en vigor en 2022, las exportaciones de naranjas a Europa cayeron un 9% en volumen en comparación con 2021, hasta 570.020 toneladas, según estimaciones de la industria. La disminución continuó en 2023 con volúmenes que cayeron a 469 465 toneladas, una disminución del 25% con respecto a los niveles de 2021 antes de las regulaciones.
La disminución de los envíos indica que las regulaciones FCM pueden haber obstaculizado la capacidad de los productores para llevar naranjas a los mercados europeos, cortando un canal vital.
La Asociación de Productores de Cítricos ha denunciado los requisitos por considerarlos innecesarios, poco científicos y excesivos, y ha emprendido acciones legales a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para impugnarlos. Pero con la disputa en curso, parece que los protocolos seguirán vigentes hasta 2024.
Los requisitos del FCM ralentizan las exportaciones y aumentan los costos en toda la cadena de suministro. Esto no sólo restringe el comercio de Sudáfrica, sino que también amenaza la rentabilidad del cultivo de naranjas en un país donde los cítricos representan una industria agrícola vital.
Fuente: IOL
