Preocupan datos como que más de la mitad de escolares consuma una gaseosa al día y que la venta de comida chatarra se haya incrementado en 200%.
(Agraria.pe) “Nunca en el país tuvimos los índices de obesidad y anemia que tenemos hoy. Nunca tuvimos más de la mitad de gente con sobrepeso. Estamos aumentando en casos de diabetes, hipertensión y cánceres relacionados con la alimentación”, dijo un preocupado Oscar Boggio, experto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre la coyuntura peruana nutricional y su impacto en el bienestar de los peruanos.
Durante una conferencia organizada por el Ministerio de Agricultura y Riego para promover el consumo de legumbres, Boggio propuso que Perú siga el ejemplo de México y cree un impuesto a las bebidas azucaradas para disminuir –como efectivamente sucedió en el país norteamericano- su consumo. “Hay datos que demuestran que el dinero que la gente, especialmente los pobres, no gastan en bebidas azucaradas va a la compra de alimentos saludables”, explicó.
El especialista resaltó otro dato preocupante: más de la mitad de los escolares consume una bebida gaseosa al día. Un dato que se condice con otros relacionados a la industria: Perú es el país que creció más en la venta de comida rápida (260% en la última década, un indicador por encima de la región latinoamericana) e incrementó más de 100% la venta de alimentos procesados y ultraprocesados que son calóricos, poco nutritivos e incrementan problemas de malnutrición y sobrepeso.
“Existen planes de acción, que se presentaron en el 2011, para reducir enfermedades no transmisibles en las Américas entre 2013 al 2019, y una de las cuestiones era que los países deben desarrollar un control de riesgo y promover la alimentación sana para propiciar la salud y bienestar. Además se requieren indicadores y los países deben tener políticas para reducir el impacto en los niños de la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas y ricas en grasas saturadas, ácidos grasos tipo trans, azúcar o sal”, sostuvo.
Finalmente, el vocero de la OPS criticó que desde el 2013 exista una Ley de Alimentación Saludable y aún siga sin poder reglamentarse. Señaló que existe influencia de las industrias para demorar este procedimiento y refirió que empresas como Coca Cola han sesgado a nivel mundial a instituciones encargadas de vigilar la salud a través de financiamiento.
“Hace poco salió un reporte en JAMA (el diario de la Asociación Americana de Medicina) que dice que la industria del azúcar pagaba estudios para echar la culpa de los efectos cardiovasculares a la grasa y no al azúcar”, remató.