Aceites de coco y babasú están tomando protagonismo en los principales mercados de Europa como insumo para la industria de cosméticos.
(Agraria.pe) Si bien el aceite de palma está bien establecido como insumo en la industria de cosméticos, es verdad que existe preocupación en los mercados por la deforestación que podría estar ocasionando. Esto ha impulsado una búsqueda de alternativas amigables entre las que se encuntran el aceite de coco y babasú, ya que cuentan con propiedades similares a la palma.
De acuerdo al Centro para la Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo – CBI, el mercado europeo de la industria de cosméticos es interesante para la colocación de estos insumos. “Hay una demanda estable por aceite de coco y palma en el mercado europeo. La creciente consciencia del consumidor sobre los efectos negativos ambientales de la palma está estimulando la demanda de alternativas al aceite de palma”, apunta.
En un reporte especializado, la entidad apunta que -basado en estudios de Zion Market Research- el mercado de aceite de semilla de palma alcanzó los US$ 10 billones en 2016 y se estima que se mantenga a un ritmo de crecimiento anual de 4.5% alcanzando los US$ 14 billones en 2022.
De hecho, Europa cuenta con el mercado de cosméticos más grande del mundo con un valor estimado de 78.6 billones de euros en 2018. El Viejo continente es asimismo un importante exportador de productos cosméticos y en 2018 logró despachos por un valor aproximado de 21.5 billones de euros.
¿Qué países ofrecen mejores oportunidades?
El CBI estima que las naciones que ofrecen mayores oportunidades para proveedores de insumos alternativos al aceite de palma son Países Bajos, Alemania, España, Reino Unido, Bélgica e Italia. Estos países son los más grandes importadores del aceite de palma, coco y babasú. Entre ellos, Países Bajos actúa como un re-exportador de aceites vegetales a otros países europeos.
El medio especifica que en el caso de Países Bajos, las importaciones de aceite de coco, palma y babsú se incrementaron en valor y volumen entre 2011 y 2018. En este útimo año, el valor de importaciones de aceite de coco alcanzó los 391 millones de euros, lo que significó un incremento de 8% desde 2011. Por su parte, el volumen y valor de las importaciones de aceite de semilla de palma y babasú crecieron 55% en el mismo periodo. Un 98% de las importaciones de coco proviene de fuera de la Unión Europea, mientras que un 94% de las importaciones de aceite de palma y babasú proviene también de fuera del territorio continental.
“La mayoría de las importaciones de aceites vegetales a los Países Bajos son re-exportadas a otros países europeos. Los Países Bajos tiene una importante industria de procesamiento y se prevé que se mantenga como un importador líder de aceite de coco y babasú en el futuro”, complementa el CBI.
En otros casos relevantes, se menciona que Alemania importó aceite de coco por cerca de 235 millones de euros en 2018, mostrando una caída de 40% desde 2011. Sin embargo, entre 2011 y 2018, los volúmenes de aceite de palma y babasú cayeron solo 1%. Cabe señalar que el país germano es el mercado más grande de cosméticos en Europa con una valoración en 2018 por 13.8 billones de euros. Alemania es uno de los mayores exportadores de productos cosméticos a Europa y muestra una demanda por más productos naturales.
El caso de Italia muestra líneas similares pues las importaciones de aceite de coco en 2018 alcanzó los 100 millones de euros, con un incremento de 27% entre 2011 y 2018. En tanto, el volumen importado de aceite de palma y babasú creció casi 390% en el mismo periodo.
Por su parte, Bélgica ha mostrado incremento de la importación de estos insumos alcanzando los 62 millones de euros en 2018 en el caso del aceite de coco, un 25% de crecimiento desde 2011. Bélgica también re-exporta aceites vegetales al resto de Europa.
“Se espera que la demanda por alternativas al aceite de palma como son el aceite de coco y babasú continúen incrementándose en el futuro. Los proveedores deben acercarse a los compradores belgas ya que el volumen de importaciones está creciendo. La participación de comercio de fuera de la Unión Europea en el segmento de aceite de coco es bajo, pero la demanda en crecimiento puede llevar a los exportadores belgas a importar de fuera de Europa”, detalla.
Distinto es el caso de España, donde la mayoría de importaciones de aceite de coco y babasú proviene de fuera del territorio europeo, con la importante participación de Filipinas como responsbale del 90% de colocaciones de aceite de coco en el país hispano.
Finalmente, en el caso de Reino Unido, el CBI considera que una salida brusca de dicho país de la Unión Europea puede afectar la cadena de suministro de aceites naturales por lo que puede tardar algo de tiempo renegociar acuerdos de comercio con los países en desarrollo.