(Agraria.pe) La falta de leña en las comunidades llevó a que durante los años ochenta y noventa se talaran bosques de árboles nativos en el norte peruano, lo que provocó su dramática reducción. Fue entonces que el Estado inició programas de reforestación con eucaliptos, pinos y otras especies. En el distrito de Incahuasi (Ferreñafe, La Libertad) se plantó pino, y de ellos empezaron a surgir hongos con la lluvia. César Huamán, natural de esa comunidad, tuvo la idea de utilizar este insumo para hacer un fertilizante, pero se dio cuenta de que era comestible. Y empezó así otra historia de éxito en la agroindustria peruana.
Ingeniero químico de la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo, César Huamán se especializó en micología forestal y con una pasantía del PNIA logró asistir a la Universidad de Valladolid (España) a la Cátedra de Micología, donde aprendió lo procesos de innovación que luego ha aplicado en su comunidad aprovechando las plantaciones forestales.
Así, en Incahuasi, a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, donde el índice de pobreza supera el 86%, podría estar ahora el germen de una futura próspera industria para el Perú. En esos terrenos se ubica la Asociación Micológica Simbiosis Perú. “En el mundo se sorprenden de saber que nuestro país produce hongos, pero el Perú puede ser la futura despensa de hongos para el mercado europeo y el mercado mundial”, dice con seguridad este emprendedor.
Son aspiraciones que no se expresan en el vacío sino en un camino ya avanzado. La comunidad de Incahuasi vendía en el pasado el kilo de hongos comestibles a 5 soles, hoy obtiene 20 soles y sus clientes están en el extranjero, con pedidos cada vez más sofisticados.
Progreso
Huamán recuerda que en sus inicios, utilizaban secadores tipo invernadero de manufactura artesanal, un proceso que fueron mejorando luego tras estudiar la experiencia de países como Chile, que era el primer exportador de la región. Con un bagaje mayor, establecieron formalmente en 2020 “Simbiosis Perú” en Piedra Parada, un centro poblado de Incahuasi con 30 socios. Desde entonces, la asociación ha crecido hasta los 50 socios, de los cuales el 70% son mujeres. Además, se convirtieron en la primera organización agraria que ganó un cofinanciamiento del programa Agro Ideas por su plan de aprovechamiento de hongos comestibles. Así producen unas 20 toneladas de primera calidad.
Gracias a este apoyo, sistematizaron sus procesos y transfirieron a los productores el conocimiento para el proceso de secado y adaptación de tecnologías para exportación. Un ejemplo de esto fue la implementación de secadores solares que ayudan a garantizar la calidad del producto. Además, la organización inauguró el pasado 4 de agosto una planta en Ferreñafe para exportación directa.
Uno de sus últimos despachos este año fue de 5 toneladas de hongo a España, un éxito que no vino solo, ya que uno de sus clientes expuso el producto en la afamada feria SIAL de París, lo que ha impulsado la cantidad de pedidos al punto que hay una solicitud para adquirir toda la producción del hongo seco con precio preferencial de más de 1 dólar por kilo, lo que significará un gran impacto para la economía de la zona.
También en salmuera
Conforme la calidad de los hongos comestibles de “Simbiosis Perú” se hace más conocida en el mundo, más clientes aparecen ya no solo solicitando el tradicional hongo seco, que destaca por su olor, color y sabor, sino también en salmuera. La organización ha trabajado en estabilizar el producto y validarlo con el cliente y ya para la campaña que viene estará en producción con pedidos grandes asegurados. César Huamán espera que instituciones como Agrobanco puedan ayudarlo con este nuevo reto, que marcaría un hito más en el crecimiento de la industria.
Además, el especialista resalta que la producción de estos hongos se da de manera silvestre, ya que crecen en temporada de lluvias de la sierra, es decir cuando no se hace otra agricultura, lo que da esa opción alternativa.
Este nuevo desafío revela además que las posibilidades de crecimiento son múltiples, y por ello la asociación ha desarrollado un vivero donde se trabaja con cepas otras tres especias de hongos de España de alto interés comercial. “Tenemos un socio español y con él impulsamos la diversificación de la producción fúngica en los Andes peruanos”, explica.
Concluye recordando que el potencial para crecer, gracias al apoyo de programas como Agro Ideas es muy grande, ya que sin ello le habría costado unos cinco años más poder desarrollarse. De esta manera, dijo, se podría aprovechar las grandes extensiones de pino que tiene el país donde se genera este producto que da a los hombres y mujeres de Incahuasi una mejor perspectiva de futuro y les ayuda a dar buena educación a sus hijos.