Junín iniciaría esta siembra que serviría como producto alternativo a la hoja de coca en la zona del VRAEM.
(Agraria.pe) Actualmente nuestro país tiene alrededor de 80.000 hectáreas de palma aceitera instaladas y para el 2025 podría contar con 250.000 hectáreas, debido a las inversiones que se vienen realizando año tras año.
Así lo indicó el presidente de la Junta Nacional de Palma Aceitera del Perú (Junpalma), Ledgard Arévalo Díaz, quien destacó que del total de hectáreas, 50.000 ya están en producción, 20.000 entrarían a producir este año y el resto el 2017.
Detalló que las regiones donde se cultiva la palma aceitera en nuestro país son San Martín, donde hay 30.000 ha; Ucayali, 30.000 ha; Loreto, 10.000 ha y Huánuco con 10.000 ha.
“En estas cuatro regiones y posiblemente en Junín se estarían desarrollando los próximos proyectos de palma. En Junín se instalaría en la zona del VRAEM como cultivo alternativo a la hoja de coca”, sostuvo.
Buscan abastecer mercado de biodiesel
Ledgard Arévalo dijo que los productores de palma aceitera venden el aceite crudo de palma a la industria alimentaria (que la procesa y la convierte en manteca, margarina y grasas especiales), sin embargo, dicho sector ya está saturado porque no crece en la proporción que lo hacen los cultivos de palma, por lo cual hay una incógnita en los productores sobre dónde colocar su producción.
En ese sentido, dijo que la esperanza de los productores es conquistar el mercado del biodiesel, el cual está copado por el biosiesel de soya proveniente de Argentina, cuyo costo es menor porque viene subsidiado.
“En el 2003 se promulgó la ley de promoción del mercado de biocombustibles con la finalidad de diversificar este mercado, así como bajar el índice de contaminación ambiental, pero esta ley no ha favorecido a los productores peruanos”, refirió.
Agregó que Indecopi ya se pronunció al respecto, resolviendo que sí existe subsidio por parte del Gobierno argentino en perjuicio de la producción nacional y ahora están esperando que en septiembre el mismo organismo se pronuncie contra el dumping por el biodiesel de soya proveniente del país gaucho.
“Si se prueba que hay dumping se tendrá que poner una medida compensatoria (fijarle un arancel) al biodiesel proveniente de Argentina no menor a US$ 200 por tonelada. Aplicada esta medida los industriales peruanos estaremos en la capacidad de procesar biodiesel de palma para poder vender al mercado nacional a precios competitivos”, agregó.
Sin embargo, dijo que existe otra barrera sobre la cual el Instituto Nacional de la Calidad (Inacal) debe pronunciarse haciendo respetar la nueva norma técnica peruana que indica que el biodiesel debe contener 95% de diesel fósil y la mezcla de 5% de biodiesel de palma aceitera.