(Agraria.pe) En 2020, Haití importó desde el Perú leche evaporada por un valor de US$ 43.520.426, consolidándose como el principal comprador de este producto nacional en el exterior (50% del total de las colocaciones de nuestro país en ese año). Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente: desde 2021 y en hasta el primer bimestre de 2022, no registra más compras de origen peruano en este producto.
Esto ha significado que las exportaciones totales de leche evaporada peruana se vean muy mermadas, según refiere un reporte de Agrodata Perú. De esta manera, mientras que en 2020 los despachos a todo destino en el exterior sumaron US$ 87 millones, en 2021 cayeron notablemente a US$ 23 millones. Y en el primer bimestre de 2022 suman apenas US$ 2.2 millones. La fuente refiere que el cambio sería consecuencia de la discrepancia que hay sobre la composición del producto.
De esta manera, entre enero y febrero del presente año, República Dominicana pasó a convertirse en el principal importador de leche evaporada peruana con adquisiciones por US$ 510.849. A continuación se ubicaron Chile con US$ 338.208, Bolivia con US$ 322.643, Bahamas con US$ 309.873 y Trinidad y Tobago con US$ 207.244.
Agrodata refiere además que en este periodo son dos las principales empresas exportadoras del producto: Leche Gloria SA, que logró ventas por US$ 1.362.533, y Nestlé Perú SA por US$ 567.423. Un marginal valor de US$ 322.140 correspondió a despachos más pequeños de otras empresas.
Un antecedente
Cabe recordar que, en 2017, la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (AUPSA), suspendió el ingreso a su país de leche Pura Vida del Grupo Gloria, al considerar que se vendía como leche evaporada cuando no lo era. “La bebida que se está comercializando tiene otros elementos en su elaboración, por lo que no se puede promocionar como leche evaporada”, sostuvo entonces Yuri Huerta, administrador de AUPSA, en declaraciones a RPP.
A nivel local, el debate sobre la composición de la leche evaporada ha derivado en un proyecto del gobierno peruano para modificar el reglamento de la leche, con lo cual se busca que la industria solo pueda usar leche en fresco para la elaboración de este producto, dejando de lado la leche en polvo importada.