En provincias asiáticas como Gansu, los agricultores ven grandes incentivos económicos para migrar al cultivo del grano originalmente andino. Ya hay emprendimientos chinos que lo utilizan como insumo para tés y vinos, y hasta lo han convertido en atractivo turístico en algunas zonas.
(Agraria.pe) A primera vista puede parecer paradojal, pero lo cierto es que la dinámica de libre mercado permite que un país que produce un determinado alimento, termine a la vez importándolo por diversas razones. En Perú sucede, por ejemplo, con el arroz, el cual, como se ha informado, proviene en gran cantidad desde Uruguay, a pesar de que en el país se produce masivamente.
Ahora Perú ha puesto el foco en el mercado asiático, con una atención especial en China, un espacio apetecible de 1,300 millones de consumidores con productos como la quinua, aun cuando dicha nación se ha propuesto convertirse en el primer productor mundial del grano originalmente andino.
De hecho, el ministro de Agricultura y Riego, Gustavo Mostajo, anunció que tan pronto como durante el primer trimestre de 2019 estaría listo el acuerdo sanitario para el ingreso del grano peruano a la plaza china. Una carrera en la que Bolivia (el otro gran productor mundial, competencia de Perú) ya tomó la delantera enviando recientemente sus primeras 40 toneladas de quinua hacia el gigante de Asia, utilizando para ello el puerto peruano de Ilo (Moquegua).
Pero, ¿qué sucede en China?
Para tener una muestra de lo que está sucediendo en este país basta revisar las informaciones que llegan desde el condado Yonchang, provincia de Gansu, al noroeste de China. Allí fueron plantadas 700 hectáreas de quinua y esperaban ya para este fin de año estar procesando y transportando el grano hacia los mercados de Beijing, Shanghái y Lanzhou, según un reporte de la agencia oficial de noticias china Xinhua.
La agencia cita a Chen Yonghong, un agricultor del condado Yongchang, quien considera que el principal atractivo del cultivo es el dinero que le produce. En 2017, Chen transfirió 2.7 hectáreas de cebada a quinua. “Gané casi 50.000 yuanes (unos 7.500 dólares americanos) en 2017. Es el doble de lo que haría con la cebada”, explicó.
El medio agrega que el cultivo tiene gran tolerancia a la sequía, lo que lo hace una alternativa perfecta para áreas secas que buscan una transformación estructural agrícola. Pueden así lograr un excedente de más de 15.000 yuanes de una sola hectárea de quinua.
Fue en 2010, de acuerdo a Xinhua, que la Academia de Ciencias Agrícolas de Gansu introdujo la quinua desde Sudamérica a esa región por su resistencia al frío, la sequía, salinidad y alcalinidad. Al año siguiente, desarrolló una nueva variedad especial para cultivo local a la cual denominaron “Long”, que es la abreviación de Gansu.
Así, hoy existen 700 hectáreas en el condado de Yongchang, el cual procesa 12 mil toneladas del producto.
Pero la explosión no se detiene ahí. Emprendedores locales están lanzando al mercado productos innovadores como té y vino de quinua con ventas anuales de 30 millones de yuanes.
Solo en la provincia de Gansu hay unas 6.700 hectáreas del grano y esperan expandir su variedad “Long” por todo el mundo.
Además, se está desarrollando una industria turística para visitar las plantaciones de quinua roja en su esplendor durante el otoño en lugares como el desierto de Gobi (al norte de China).
En la historia
De acuerdo a Ren Gui-xing del Instituto de Ciencias en Cultivos de la Academia China de Ciencia Agrícolas, la historia de la quinua en China se remonta a los años sesenta, cuando el entonces Instituto de Desarrollo de Cultivos introdujo por primera vez el germoplasma en el territorio asiático.
Sin embargo, no sería hasta 1988 cuando la Universidad de Agricultura y Cuidado Animal de XiZang obtuvo tres variedades de quinua de Bolivia y empezó entonces el primer cultivo del producto en China.
En 2008, de acuerdo al reporte de Gui-xing, empezó la siembra en gran escala con la provincia de Shanxi, lo que es calificado como un hito productivo.