12 septiembre 2023 | 09:13 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Estimó Gabriela Mercedes Crespo, responsable de investigación de nuevos cultivos de Agualima SAC

Perú está a seis u ocho años de convertirse en competidor de Chile en el cultivo de la cereza

Perú está a seis u ocho años de convertirse en competidor de Chile en el cultivo de la cereza
Las investigaciones avanzan, especialmente en el norte peruano, pero el proceso de adaptación todavía muestra varios flancos débiles que se deben mejorar para proceder al escalamiento y prueba comercial del cultivo, destaca la especialista.

(Agraria.pe) Como ha sucedido con varios otros productos agrícolas que hoy brillan en la canasta exportadora peruana, nuestro país ha tenido que adaptar y escalar varios cultivos para que sean rentables. Es una tarea constante que la agroindustria emprende, ya que busca alternativas para épocas en que los precios de los actuales protagonistas como el arándano o la palta puedan caer. Entre esas opciones está una que constantemente se menciona, pero que aún no emerge: la cereza.

Gabriela Mercedes Crespo, responsable de investigación de nuevos cultivos de Agualima SAC e investigadora del Concytec, refiere que el estudio de la cereza se está dando principalmente en la costa norte peruana, que es donde hay más recursos tecnológicos y están los proyectos de irrigación, aunque no hay muchas horas de frío, lo cual es un factor en contra para el cerezo. En la sierra, si bien el frío es mejor, existen las limitantes de las lluvias y heladas, además de la complejidad logística que implica la falta de buenas carreteras.

“De acuerdo al requerimiento del cerezo, hemos visto que necesita de 18 a 24 grados en la etapa productiva, con humedad de más del 50% y buen crecimiento radicular en suelo franco o franco-arenoso. Según la variedad a estudiar, necesita de 400 a 900 horas de frío y de 600 a 800 horas de radiación solar”, explicó durante su participación en la 12 edición de la PEC Cherry Conference, desarrollada en la región chilena de O´Higgins.  

En los ensayos, la especialista detalla que el brotamiento se da bien, con crecimiento radicular, pero el proceso de floración y cuajado aún no es muy bueno, con caída de frutos, aparición de frutos vanos y otros problemas. Además, la viabilidad de polen es baja, como en la variedad Lapins, que llega a 58%, y otras que están incluso por debajo, lo que necesita mayor investigación.

Gabriela Mercedes comentó que la empresa Agualima ha iniciado hace año y medio también un proyecto de cerezo con patrones Colt y Ácido, y diversas variedades. En este desarrollo, estima que establecer el manejo fenológico está hoy condicionado por la variabilidad climática, ya que este año se espera la ocurrencia de un fenómeno de El Niño, que cambia algunos parámetros. Aun así, destaca que en todas las iniciativas de este tipo en el Perú, ya se están logrando aprendizajes para el cuidado y aplicaciones, así como en cuanto a técnicas de polinización y pruebas con más variedades gracias a viveros que hoy cuentan con este portafolio.

“A manera de conclusión, puedo decir que el cerezo se encuentra en una etapa de adaptabilidad, a nivel de parcelas, experimental. Falta aún el manejo técnico adecuado, manejar el porcentaje de cuajado y manejo poscosecha”, apunta.

Reconoce sin embargo que aún no hay escalamiento comercial que permita medir los parámetros de producción, presupuestos, precios, mercado, ratios, calidad y certificaciones.

“Lo que puedo decir, a mi criterio, es que para llegar a ser un potencial competidor de Chile, estamos a unos seis a ocho años de validaciones y escalamiento comercial. Aún estamos aprendiendo de este cultivo”, estimó.

 

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