(Agraria.pe) Una inminente pandemia de hambre traerá “la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial”, advirtió el director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA, WFP por sus siglas en inglés), David Beasley, al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La cifra de muertos de hambre podría superar en velocidad a los fallecidos por coronavirus, 300.000 al día en un lapso de tres meses. «Debo advertirles que si no nos preparamos y actuamos ahora, para asegurar el acceso, evitar la escasez de fondos y las interrupciones en el comercio, podríamos enfrentar múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses», dijo Beasley, quien recientemente se recuperó tras haberse contagiado del COVID-19.
Antes del inicio de la pandemia de coronavirus, 821 millones de personas experimentaban hambre crónica, aseguró Beasley. Agrega que 130 millones de personas adicionales podrían estar al borde de la inanición a finales de año.
Los niños corren un riesgo particular, exclama, ya que los bloqueos en respuesta al coronavirus los mantienen fuera de la escuela, donde normalmente podrían recibir comida. Si bien aún no hay hambrunas, “no tenemos tiempo de nuestro lado”, exclamó, instando a los líderes mundiales a actuar rápidamente para proporcionar ayuda.
Beasley pidió US$ 1.9 mil millones para almacenar alimentos para países en riesgo, más US$ 350 millones adicionales para apoyar la distribución de ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos.
Asegura que en al menos 36 países la hambruna es “una posibilidad muy real y peligrosa”, debido a guerras y conflictos en curso, crisis económicas y desastres naturales.
De acuerdo con el cuarto informe mundial anual sobre crisis alimentarias, los países con más riesgo son Yemen, la República Democrática del Congo, Afganistán, Venezuela, Etiopía, Sudán del Sur, Sudán, Siria, Nigeria y Haití.
ONU: hambre crece en Latinoamérica empujada por Venezuela
La crisis en Venezuela agravó el hambre en la región. La multiplicó casi por cuatro, del 6.2% entre 2012 y 2014, al 21.2% entre 2016 y 2018.
Aunque África lidera el índice, la situación en Venezuela ha logrado que América del Sur influya en el crecimiento de la subalimentación en el mundo, según un informe realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto a otras oficinas dependientes de ONU.
Solo en el 2018, alrededor de 42.5 millones de personas fueron afectadas por el hambre, un flagelo que golpea con especial fuerza a Venezuela, alertó la ONU.
Por el momento, los países con más riesgo de sufrir una hambruna están en el Medio Oriente y África, también la crisis económica en el Líbano, las guerras en Siria y Yemen, y los enjambres de langostas del desierto que destruyen los cultivos para gran parte de África Oriental ya enfrentaban un riesgo de hambre masiva.
Ahora, agravado por la pandemia del coronavirus y la paralización económica que ha causado, como la disminución del turismo y las exportaciones, el colapso de los precios del petróleo (que golpea a varias naciones de Sudamérica) y cualquier disminución de la ayuda externa.
El economista principal del PMA, Arif Husain, dijo que el impacto económico de la pandemia era potencialmente catastrófico para millones de personas «que ya están colgadas de un hilo». «Es un golpe de martillo para millones más que solo pueden comer si ganan un salario», dijo en un comunicado.
“Los bloqueos y la recesión económica mundial ya han diezmado sus ahorros. Solo se necesita un choque más, como COVID-19, para llevarlos al límite”, concluyó.
Finalmente, el director de la PMA hizo un llamado a la acción: “Creo que con nuestra experiencia y nuestras asociaciones, podemos reunir a los equipos y los programas necesarios para asegurarnos de que la pandemia de COVID-19 no se convierta en una catástrofe de crisis humana y alimentaria”.