Monitoreo de cultivos, análisis de suelos y evaluación de la salud de los campos, son las áreas principales en que se puede hacer uso de esta tecnología. Los costos de plantación pueden reducirse hasta en 85%.
(Agraria.pe) La tecnología va marcando la pauta del desarrollo en diversos sectores. De hecho, un reciente estudio de la consultora PwC ha estimado en US$ 32.400 millones el potencial de la aplicación de drones en soluciones para el sector agrícola.
“Clarity from above” se titular el documento que reseña como marco coyuntural un incremento proyectado de 69% en el consumo agrícola entre los años 2010 al 2050. Este consumo estará estimulado por el crecimiento de la población de 7.000 millones a 9.000 millones de personas hacia el 2050.
Sin embargo, se indica que la producción agrícola tiene que evolucionar de tal manera que cumpla con suvenir a esta población en un esquema productivo sostenible que no afecte al ambiente. Además, se apunta que factores como el cambio climático hacen cada vez más complicada la gestión de los cultivos debido a un incremento de eventos climáticos inesperados alrededor del mundo.
Monitoreo de cultivos
Para PwC, un primer campo en que se puede usar drones es la supervisión de cultivos, donde la eficiencia ha sido baja por la gran extensión de tierras que hay que vigilar. Un problema que se exacerba por las cada vez menos predecibles condiciones climáticas, que a su vez incrementan los riesgos agrícolas y los costos de mantenimiento de cultivos.
“Hasta hace poco, la forma más avanzada de monitoreo era el uso de imágenes satelitales. Pero su principal limitación era que las imágenes tenían que pedirse con anticipación, podían tomarse solo una vez al día y no ser muy precisas. Además, estos servicios eran extremadamente caros y no ofrecían garantía de calidad, pues esta podía caer en un día nublado”, refiere el documento.
Hoy, en cambio, la tecnología de drones ofrece una amplia variedad de posibilidades de monitoreo de cultivos a costos mucho más bajos. Además, pueden adaptarse a cada etapa del ciclo de vida del cultivo, desde el análisis de suelos y la plantación de semilla hasta la selección del mejor momento para la cosecha.
Análisis de suelos
Otro punto de apoyo en que pueden ser fundamentales estos aparatos es el análisis de suelos, que es la primera etapa de todo ciclo agrícola. Hoy, los drones están en capacidad de producir mapas 3D de gran precisión que permiten análisis tempranos de suelos, los que pueden usarse para establecer patrones de plantación de semillas.
Varias start-ups han sido capaces de crear sistemas de plantación que no solo alcanzan una taza de absorción de 75% sino que disminuyen los costos de plantación en 85%. Estos sistemas lanzan vainas con semillas e implantan nutrientes en el suelo, ofreciéndole a la planta todos los nutrientes necesarios para vivir. Además, el análisis provee información para la gestión de los niveles de irrigación y nitrógeno.
“Los drones con sensores hiperespectrales, multiespectrales o térmicos, pueden decir exactamente qué partes del terreno necesitan más agua o necesitan mejoras. Adicionalmente, una vez que el cultivo está creciendo, permiten calcular el índice de vegetación, muestran la huella de calor y permiten la plantación del cultivo”, apuntan.
Evaluación de la salud de los cultivos
Una vez que la etapa última del ciclo de vida de un cultivo se ha alcanzado, el objetivo principal del agricultor es mantener a las plantas vivas y saludables, lo que requiere monitoreo constante del campo. De acuerdo a PwC realizar esta tarea con drones ofrece cada vez mejores posibilidades, lo que ayuda a reducir los riesgos en la industria.
Uno de los últimos desarrollos con esta tecnología permite evaluar justamente la salud de las plantas e identificar bacterias o infecciones por hongos en los árboles. Escanear un cultivo haciendo uso de luz visible (VIS) e infraroja-cercana (NIR) muestra qué plantas reflejan diferentes cantidades de luz verde y luz NIR. Esta información puede producir imágenes multi-espectrales que identifiquen cambios en las plantas y revelen su estado de salud. “En estos casos una reacción rápida es crucial pues puede salvar a toda una huerta de la muerte. Además, tan pronto como se identifica una enfermedad, se le puede aplicar un remedio más preciso y hacer monitoreo. Con estas dos alternativas, se incrementan las posibilidades de la planta de vencer a la enfermedad”.
Finalmente, el reporte apunta que el rociado de cultivos es otra área en la que se puede aplicar el uso de drones, pues estos pueden escanear el suelo y mantener la distancia adecuada de los cultivos para rociar la cantidad correcta de agua, modulando la emisión para un cobertura uniforme. Así, el rociado es más eficiente y reduce la cantidad de químicos que penetran en las aguas subterráneas. “Los expertos estiman que el rociado aéreo puede hacerse hasta cinco veces más rápido de esta manera que con la maquinaria tradicional como tractores”, finaliza.
Datos
.El reporte de PwC establece que junto a la agricultura, el uso de drones beneficia a nivel global a los sectores infraestructura y transporte.
.Puede revisar el informe completo en el siguiente link (en inglés):