Empresas formuladoras de agroquímicos realizan actividades de acompañamiento para el buen uso de los plaguicidas en coordinación con las autoridades de registro, universidades y agricultores en general.
(Agraria.pe) Nuestro país es reconocido a nivel mundial por el desarrollo de su agricultura de exportación y de consumo nacional. Éste logro es mérito de los empresarios agrícolas y de la actividad regulatoria del Estado a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), institución responsable del registro y control de los plaguicidas en el Perú.
Al respecto, el asesor de CultiVida, Manuel Arturo Cueva, destacó el aporte de los plaguicidas en la prevención y control de plagas en los cultivos para evitar daños y pérdidas en la cosecha y también en la evolución e innovación de ellos para que nuestros alimentos que exportamos y consumimos sean inocuos biológica y químicamente.
“Es decir que no haya residuos tóxicos para que no sean rechazados por los países importadores y que los podamos consumir nosotros los peruanos”, sostuvo.
Cueva indicó que la importancia del Senasa se traduce en el proceso de registro al verificar la calidad, su eficacia contra las plagas, efecto contra insectos benéficos, animales, humanos y medio ambiente.
También señaló las acciones de control de pos-registro que realiza la autoridad fito y zoosanitaria para la eliminación de envases vacíos, verificación de la calidad y uso seguro de los plaguicidas. “Esta labor es vital, porque asegura que los plaguicidas registrados sean eficaces y no dañen la salud humana y el medio ambiente”.
Asimismo, resaltó que el Senasa hace cumplir los tratados internacionales sobre comercio de plaguicidas, uno de ellos es el de Rotterdam que la industria de plaguicidas en el Perú cumple, bajo la supervisión de la autoridad competente.
Evolución de los plaguicidas
Manuel Arturo Cueva, señaló que los plaguicidas son las herramientas agrícolas que más han evolucionado. Al respecto, detalló que en la década del 50 eran de amplio espectro, de dosis muy altas (por ejemplo, 50 kilos por hectárea en los olivos secos), tóxicos para mamíferos e insectos benéficos; sin embargo los que actualmente usa la agricultura peruana son muy específicos, respetan los insectos benéficos, fauna silvestre, mamíferos y medio ambiente y se usan dosis muy bajas de 8 a 10 gramos por hectárea.
Además cuentan con registro de uso en los países importadores, lo que facilita la agroexportación.
“La industria de plaguicidas en el Perú entiende su rol y responsabilidad por lo que realiza actividades de acompañamiento para el buen uso de los plaguicidas en coordinación con las autoridades de registro, universidades y agricultores en general”, finalizó el asesor del gremio de formuladores de agroquímicos.