(Agraria.pe) La Defensoría del Pueblo solicitó acción y respuesta frente a los graves problemas sociales y económicos que viven más de seis mil familias de la región Huancavelica, dedicadas a la crianza de camélidos y a la producción de fibra, actividades que se han visto afectadas durante el aislamiento social, como consecuencia de la pandemia que enfrenta el país. Estas familias pobres demandan un plan de contingencia para atender sus necesidades básicas.
La fibra es el más valorado de los productos derivados de la alpaca (carne, lana y pieles), no obstante, viene experimentando una tendencia a la baja. Durante el año 2019, el precio promedio de venta en la región era de S/ 14.00 la libra (454 gramos). Durante la primera semana de marzo de 2020, era de S/ 10.00 e iniciando el aislamiento social obligatorio no se ha tenido mayor demanda. En este contexto, la desesperación de los productores los ha llevado a ofrecer su producto a S/ 5.00.
La temporada “grande” de venta de fibra de alpaca es entre marzo y junio, sin embargo, actualmente no hay demanda y el mercado es incierto. A ello se suman los altos costos de los medios de transporte que limitan el traslado de los camélidos hacia los mercados, informó al jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Huancavelica, Roly Hander Bazán Zelada, quien ha impulsado reuniones de trabajo con las familias afectadas para analizar posibles soluciones.
En las actuales circunstancias de crisis sanitaria, las personas que suelen comprar los productos textiles tienen otras prioridades, como el acceso a los alimentos y a las medicinas.
Frente a este panorama, las familias criadoras de camélidos proponen que la producción sea adquirida por el Estado y que luego de ser transformada pueda ser distribuida por los programas sociales.
Los criadores plantean adaptar el Fondo Agro Perú al contexto de la pandemia, permitiendo entregar préstamos con intereses bajos y que el sector alpaquero reciba la mayor garantía posible, para no tener trabas al momento de recibir los créditos.
Es importante recordar que no todos los pastores han accedido a los bonos estatales y que no cuentan con servicios de telecomunicaciones para registrarse en la base de datos del gobierno nacional, e incluso muchos de ellos son iletrados, tienen información muy limitada sobre las actividades esenciales permitidas y enormes dificultades para tramitar sus permisos o pases laborales. Por ende, necesitan una asistencia técnica directa de los sectores Agricultura y Producción en coordinación con el Midis.
La oficina de la Defensoría del Pueblo en Huancavelica subrayó que las personas más afectadas son los pastores de alpaca que viven en las zonas más alejadas, por encima de los 4000 msnm. Esta actividad es desarrollada principalmente por mujeres quienes se encargan de la crianza de los camélidos.
