Mejores prácticas que permitan reducir el nivel de comida desperdiciada podrían ahorrarle a la industria alimentaria hasta US$ 1.600 millones anuales.
(Agraria.pe) El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que entre el 30 y 40% de los alimentos producidos en ese país no se consumen y quedan desperdiciados.
Para contrarrestar esta realidad, muchos restaurantes están empeñándose en mejorar la forma de reducir los desperdicios alimentarios, no solo porque es un comportamiento responsable, sino porque podría ahorrarle a la industria hasta US$ 1.600 millones anuales.
Algunos restaurantes están ofreciendo, por ejemplo, envases pequeños para llevarse a casa las sobras, pues se ha descubierto que los clientes son reacios a pedir una caja grande y dejan la comida si la cantidad que quieren llevarse es pequeña.
En tanto, en el Reino Unido, una compañía emergente llamada Too Good to Go (“Demasiado bueno para dejarlo”) ha desarrollado una aplicación que permite a los restaurantes, pastelerías y panaderías ofrecer productos a precios reducidos al final del día que, de otro modo, se desecharían. De acuerdo a una prueba realizada en Dinamarca, con este método se ha evitado que 100.000 platos terminen en la basura.
Otro campo de acción en este sentido es el de los chefs, muchos de los cuales ahora compran frutas y hortalizas dañadas o deformes (pero nutritivas y de buen sabor) para sus recetas.
Además, diversos platos se pueden mejorar utilizando partes de las hortalizas (los extremos de las zanahorias, las pieles de cebolla, etc.), que antes de hubieran desechado. Y si un restaurante detecta que los clientes devuelven un plato en particular sin acabar, reduce el tamaño de la porción.
Fuente: freshplaza.es