(Agraria.pe) La utilización de tecnologías productivas básicas, pero muy efectivas aplicadas en la agricultura familiar, viene generando un cambio positivo en la seguridad alimentaria y en mejora de los ingresos económicos de 359.842 familias usuarias del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai de Foncodes, programa nacional del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Sistemas de riego presurizado, cultivo de hortalizas en huertos familiares a campo abierto y en fitotoldos, producción de abonos orgánicos (compost y biol), miniparcelas de cultivos de granos y tubérculos con semillas certificadas, crianza tecnificada de animales menores (cuyes, gallinas y cerdos), son algunas de las tecnologias productivas que vienen implementando Foncodes, a través de Haku Wiñay (en la sierra) y Noa Jayatai (en la selva), mediante un proceso de capacitación y la asistencia técnica a cargo de especialistas.
Tecnologías productivas
El sistema de riego presurizado por goteo y microaspersión, utilizando tuberías, mangueras y aspersores para la optimización del uso del agua en cultivos agropecuarios son tecnologías con las que se puede obtener hasta tres cosechas al año de habas, papa, alfalfa, hortalizas y otros cultivos.
El fitotoldo es otra tecnología que regula las condiciones técnicas y ambientales (temperatura, humedad relativa, luminosidad) para la producción de hortalizas diversas como zanahoria, lechuga, espinaca, betarraga, plantas aromáticas, frutales y otros, lo que permite garantizar la seguridad alimentaria en zonas con climas extremos.
El abono orgánico para la agricultura familiar. El compost, de sencilla preparación y fácil aplicación, se obtiene de la mezcla de restos vegetales y animales que se descomponen de forma natural por la acción de los microorganismos; asimismo, el biol, resultado del proceso de fermentación y descomposición de los materiales orgánicos en biodigestor, excelente fertilizante foliar para potenciar cultivos de papa, maíz, trigo, haba, hortalizas y frutales.
La crianza tecnificada de animales menores como cuyes y gallinas permite obtener carne y huevos de alto nivel proteico para el consumo de las familias y la venta de los excedentes generas la mejora de los ingresos económicos de los hogares. También se promueve ordenamiento de los ambientes de las viviendas, el uso de cocinas mejoradas, el consumo de agua segura y el manejo de residuos sólidos.
Estas y otras tecnologías productivas desarrolladas por el proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai son muy flexibles y se adecuan a las condiciones económicas, sociales y culturales de las familias rurales, teniendo en cuenta el enfoque agroecológico, la interculturalidad; así como el respeto por los usos y costumbres en los territorios.
Para ello, es clave el acompañamiento de los yachachiq o líderes locales, con conocimientos en agropecuaria.
Con la asistencia técnica, basada en el ‘aprender haciendo’, se trasmite conocimientos y técnicas hogar por hogar para fortalecer sus capacidades con innovaciones tecnológicas productivas sencillas y de bajo costo.
Al fortalecer sus capacidades, las familias logran incrementar su producción y productividad para el autoconsumo, y el excedente, disponen para venta en los mercados locales y regionales.
Con la capacitación se sensibiliza y motiva a los hogares sobre las buenas prácticas y tecnologías productivas que pueden aplicarse en los sistemas de producción familiar mediante metodologías participativas y aprendizajes. Asimismo, se impulsa concursos entre hogares que hayan implementado las tecnologías productivas y hayan mejorado sus viviendas, premiándolos con nuevos activos que para vivir mejor.
Fuente: El Peruano