Vocera del Minagri informó que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica se encuentra en estado de vigilancia nacional. Asimismo, refirió los perfiles productivos y de mercados de costa, sierra y selva.
(Agraria.pe) El Niño es el evento climático más devastador de la costa peruana, a tal punto que tras su último paso en los primeros meses del 2017 dejó una estela de destrucción de la que aún el país no se ha recuperado. Por eso se trata de uno de los eventos más monitoreados, de tal forma que cualquier señal de que pudiera volver a presentarse no tome a la población y sus diversas actividades económicas, como la agricultura, por sorpresa. ¿Cuáles son las posibilidades de que vuelva a suceder en el corto plazo?
María del Carmen Orihuela, vocera de la Dirección General de Promoción Agraria del Ministerio de Agricultura y Riego señaló que a nivel del Pacífico ecuatorial, durante la primavera de este año -aproximadamente entre agosto, septiembre y octubre- existe una probabilidad de 50% de que el fenómeno climático suceda.
“Esta (probabilidad) está llegando incluso a 65% en el verano del 2019. Por ese motivo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOOA) ha dispuesto un estado de vigilancia nacional de El Niño. Esta sería información a la que debemos estar más atentos”, informó.
En ese sentido, la funcionaria señaló que la costa, gracias a su desarrollo agroexportador, cuenta con mayor inversión en infraestructura para irrigación, defensas rivereñas y descolmatación de ríos.
Definió asimismo que la sierra, ya entrando a una perspectiva de mercados, ha desarrollado una agricultura familiar para consumo interno, por lo que requiere de una infraestructura de riego menor y de mayor asociatividad pues es la mejor vía para llegar con un volumen importante de productos al mercado.
Finalmente, en cuanto a la selva, subrayó que es importante promover la reconversión forestal, productiva y renovación de plantaciones como el café. “Y la zonificación de los suelos es un tema que se ha dejado de lado, pero es importante porque gran parte se ha deforestado y se ha convertido en terreno agrícola, cuando no está preparado para recibir esos cultivos. También tenemos el tema de acceso a mercados”.