En los últimos cinco años se dejaron de ejecutar S/ 6.217 millones en proyectos de riego

(Agraria.pe) En setiembre del año pasado, el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), Julio Velarde, manifestó que el 2023 sería el peor de los últimos 26 años para el sector agropecuario. De acuerdo con cifras del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riesgo (Midagri), dicho sector sufrió una caída de -2.9% en comparación con 2022, lo cual se explica por la contracción de -0.9% en el sector pecuario y de -4.1% en la producción agrícola.

Esta pobre situación se debió, principalmente, a las anomalías climáticas causadas por el fenómeno de El Niño costero y la sequía en el Ande que perjudicaron el rendimiento de los cultivos. Sin embargo, los factores sociales como la toma de carreteras a inicios de año, y los factores de salud, como la gripe aviar, también afectaron el desarrollo del sector agropecuario del país.

En cuanto al análisis por producto, de acuerdo con cifras del Midagri, la disminución en la producción de arándanos (-22.5%), en La Libertad y Lambayeque, y de mango (-23.1%), en Piura y Áncash, generada por el anormal aumento de las temperaturas, afectaron el sector. Asimismo, la producción de quinua sufrió una caída del 38.4% en Puno y Cusco, debido a la escasez de recursos hídricos en estos departamentos.

Por otro lado, en 2023, se redujo la siembra y cosecha de papa (-10%), en Puno, Cusco y Cajamarca, causada por la escasez de lluvias al comienzo de la campaña agrícola. También cayó la producción de maíz amiláceo (-10.3%), aceituna (-8.8%), espárrago (-5.8%) y arroz cáscara (-2.1%). Sin embargo, esta caída fue apaciguada por el incremento en la producción de alcachofa (+39.6%), páprika (+24.6%), uva (+10.3%) y yuca (+7.9%), lo cual se produjo por el aumento de superficie sembrada de los productos.

En el sector pecuario, se observó una menor producción de pollo (-1.4%), en La Libertad, Arequipa y San Martín. Esta reducción fue causada por el aumento de los precios de insumos como la soya y el maíz amarillo, así como una mayor incidencia de casos de gripe aviar. Por el contrario, se incrementó la producción de ganado vacuno (+1.8%), porcino (+3.1%) y ovino (+0.4%).

A nivel departamental, Lima encabezó el ranking del valor de la producción agropecuaria en 2023, al registrar S/ 7.520 millones, lo cual es un aumento de +0.4% en comparación con 2022. Luego se ubicó La Libertad, con S/ 5.309 millones (-6.6%), seguido por Ica con S/ 3.816 millones (+7.8%), Arequipa con S/ 2.728 millones (-2,6%), San Martín con S/ 2.589 millones (+5.8%) y Piura con S/ 1.923 millones (-5.9%).

En esa línea, es importante resaltar que Puno (-26.5%), Tumbes (-15.1%), Lambayeque (-14.7%) y Moquegua (-12.3%) fueron los departamentos que registraron mayores caídas en el valor de su producción agropecuaria, en comparación con 2022. Asimismo, otros 12 departamentos registraron un decrecimiento de su producción.

¿Qué le espera al sector agropecuario en 2024?
Según el BCR, se estima que su PBI se recupere y crezca +3.5% este año, y que esta tasa se mantenga durante 2025. Cabe señalar que dicha cifra se encuentra 0.5 puntos porcentuales (pp.) por debajo del promedio de los últimos 32 años, y que la proyección se basa en un escenario de un fenómeno de El Niño costero débil.

Frente a esta situación, ¿cómo crear mejores condiciones para el sector agropecuario y mitigar los fuertes impactos de los fenómenos climáticos?

Para la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex Perú), si bien la respuesta resulta repetitiva, la inversión pública en proyectos de irrigación es la mejor herramienta. Al respecto, dijo que en el 2023, se asignaron S/ 6.081 millones al sector agropecuario, de los cuales S/ 4.264 millones fueron destinados a proyectos de irrigación. Sin embargo, se dejaron de ejecutar S/ 1.118 millones de este presupuesto.

El gremio destacó que esta falta de ejecución es muy preocupante, debido a que compromete la resiliencia del sector agrícola frente a los desafíos climáticos. “Los proyectos de infraestructura de riego, especialmente los de riego tecnificado, aumentan la eficiencia en el uso del agua, lo que permite un mejor manejo de los cultivos y una mayor productividad. Esto conlleva a una mayor producción gracias a más hectáreas cultivadas y de mejor calidad, lo cual nos permitiría compensar mucho mejor la escasez y pérdidas de productos cuando se producen los estragos climáticos”.

Agregó que lo peor es que no se trata de un hecho aislado, pues, en los últimos cinco años, se dejaron de ejecutar S/ 6.217 millones del presupuesto para proyectos de infraestructura de riego. Para darse una idea, con esa suma se podría construir la III Etapa del Proyecto Especial Chavimochic dos veces, lo que resalta la importancia de optimizar la asignación de recursos y mejorar la gestión a fin de impulsar el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria en el país.

“De esta manera, se evidencia que el sector agropecuario del Perú enfrentó un desafiante año en 2023, debido a los fenómenos climáticos adversos, las tensiones sociales y sanitarias, y la elevada inflación de los últimos años. Aunque se proyecta una leve recuperación para 2024, es necesario mejorar la gestión en proyectos de infraestructura de riego para mitigar los impactos de los fenómenos climáticos y crear condiciones de producción más favorables. Una adecuada infraestructura hídrica no solo fortalece la resiliencia del sector agrícola, sino que también impulsa el desarrollo de una las principales actividades económicas del país y que es el sustento primordial de muchas familias”, finaliza Comex Perú.