(Agraria.pe) La producción frutícola peruana va más allá de la palta, cítricos y arándanos que son los protagonistas de la hora gracias a la agroexportación. Existe toda una segunda línea de productos con gran potencial que poco a poco están ganando preferencias y mercados, y que son claves para impulsar el desarrollo de la pequeña agricultura.
Clotilde Quispe, especialista de la cadena de frutas de la Dirección General de Desarrollo Agrícola y Agroecología del Ministerio de Agricultura y Riego, apuntó de esta manera a los cultivos andino-amazónicos, que complementan una variada canasta frutícola peruana. De hecho, señaló que en 2020 el Perú registró una producción total de 7.2 millones de toneladas correspondientes a 23 frutas distintas.
¿Cuál fue la fruta de mayor producción en nuestro país el año pasado? Según la especialista, fue el plátano, que alcanzó las 2.305.000 toneladas. Le siguió la uva con 735.600 tn, la palta con 660.900 tn, la piña con con 592.700 tn, la naranja con 553.400 tn, la mandarina con 525.500 tn, el mango con 494.600 tn, el limón con 303.200 tn, la papaya con 185.900 tn, el arándano con 180.300 tn, la manzana con 139.400 tn, entre otras.
Solo entre las tres primeras -plátano, uva y palta- se concentra casi el 50% de la producción, resaltó Quispe, lo que marca la importancia que tienen estos frutos.
Sin embargo, si se filtra por valor bruto de producción, son cuatro las frutas que concentran el 70% del valor: los arándanos con 26.8%, la uva con 17.4%, el plátano con 12.9% y la palta con 12.8%.
“Por eso tratamos de visibilizar y potenciar el desarrollo y crecimiento de otras frutas menos reconocidas, algunas con cierto nivel de movimiento comercial, pero otras mínimamente con áreas sembrada limitadas y paquetes tecnológicos que todavía deben ser validados”, observó la vocera del Midagri.
¿Cuáles son esas otras frutas con potencial?
Clotilde Quispe refirió que se trata de cultivos que ya son conocidos pero cuyo potencial aún no ha sido totalmente explotado. En este grupo se encuentran la piña, granadilla, papaya, maracuyá y la fresa, entre otras, las cuales además tienen la importante característica de estar vinculadas a los productores de menor escala.
Así, por ejemplo, la contribución de la piña al valor bruto de la producción entre las frutas es solo de 3.7%, en tanto que para la manzana es de 1.5%, mientras que para el melocotón, maracuyá y papaya apenas llega al 0.9% en cada caso.
Dato
Clotilde Quispe dio estas declaraciones durante su participación en el seminario nacional “Importancia económica de frutas y verduras andino-amazónicas en la agricultura familiar”.