(Agraria.pe) En noviembre del año pasado, el Congreso de la República publicó la “Ley que regula la quema en pie de cultivos de caña de azúcar y establece disposiciones para la adecuación de nuevos métodos de cosecha, salvaguardando la salud pública y el desarrollo sostenible del sector” (Ley N° 31949).
Dicha ley tiene por objeto regular la quema en pie de cultivos de caña de azúcar como método de cosecha. Además, estableció un plazo de adecuación para que los productores de caña de azúcar desarrollen e implementen procedimientos de cosecha que no deterioren la calidad del aire ni afecten la salud de la población.
Al respecto, el gerente general de la Asociación Peruana de Agroindustriales del Azúcar y Derivados (Perucaña), Carlos Castro Serón, señaló que la industria es empática con todos los temas ambientales, lo que implica tener políticas que regulen la quema de caña de azúcar. En ese sentido, dijo que su representada apostará por la implementación de esta ley, la cual considera es positivo para el sector.
“Ahora tenemos que ver la reglamentación. La ley no habla de prohibir la quema de caña sino de regularla y eso es algo que nosotros siempre hemos concordado”, manifestó.
Carlos Castro dijo que cuando la caña vive captura 72 toneladas métricas de CO2 por tonelada y cuando se quema emite 8 toneladas, es decir, en el neto la caña limpia el ambiente 64 toneladas de CO2 por tonelada, lo cual equivale a lo que 9 taxis contaminan.
“Si salía una ley que establecía prohibir la quema de caña simplemente matabas el cultivo, porque para el pequeño agricultor la quema es parte de una actividad natural, lo que estamos de acuerdo es que no se queme por quemar, sino que tenga horarios, distancias, por eso vemos saludable que se regule”, manifestó.
Agregó que la industria cañicultora es la primera responsable en querer avanzar en eso, pero reconociendo las realidades de cada actor de la cadena. En ese sentido, señaló que los ingenios ya están involucrados en esa tarea.
“Por ejemplo AgrOlmos, Caña Brava, Agro Aurora no queman caña. Además, las diferentes empresas cuentan con los planes de adecuación medioambiental que lo otorga el Ministerio de la Producción, donde tienen compromisos de ir dejando de quemar caña progresivamente, pero habrá zonas donde lamentablemente, por más inversión que se haga, no se puede dejar de quemar porque la maquina cosechadora no puede entrar porque en el camino hay piedras o tienen pendientes que no les permite el acceso.
Además, indicó que por cada máquina que se incluya en la operación agrícola se deja de contratar a alrededor de 50 personas. “Hay un pacto social en el sector cañicultor, por eso hablamos de sostenibilidad”, finalizó.