Dando la cobertura necesaria a los planes de gobierno en lo relativo al desarrollo agropecuario, desde Agraria.pe compartimos esta vez las ideas principales del ingeniero Edmundo del Águila, candidato a la segunda vicepresidencia del partido liderado por Alfredo Barnechea.
(Agraria.pe) “Pocos pueblos en el mundo tienen el privilegio del Perú de contar con una cultura agrícola ancestral. Somos un gran aportante de alimentos para la humanidad”, dice, como colocando un marco a su intervención, Edmundo del Águila, vocero de Acción Popular durante un foro de planes de gobierno realizado en la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Después de la sonada exclusión de Todos por el Perú de la competencia electoral por la Presidencia de la República, sin duda Acción Popular se ubica en una posición expectante y afina estrategias para alcanzar una eventual segunda vuelta junto al fujimorismo.
Conocer por ello sus planes para el sector agropecuario con mayor detalle es importante.
Diagnóstico
Del Águila sostiene que la mayor cantidad de peruanos en estado pobreza se encuentra en el mundo rural, y que nuestro país muestra una contraste notable en el que se pueden ver agricultores que utilizan para sus labores las más avanzadas tecnologías y otros que siguen tan precarios como hace un siglo. “Viven en una era que no tiene que ver nada con la modernidad”.
Pidió por ello prestar especial atención a los peruanos de las comunidades nativas y las zonas altoandinas, lugares donde la expectativa de vida a veces no llega a los 40 años. Ante esta realidad, propone trabajar principalmente en mejorar los servicios básicos, de salud y educación, antes de entrar a hablar de temas productivos.
En esa línea, agrupó a los productores en tres tipos: la agricultura exportadora de alta productividad, el pequeño productor atomizado y el agricultor de subsistencia. “Los tres deben ser atendidos por el Gobierno sin dejar de lado la agricultura científica y tecnificada de las costa, que es una locomotora”.
Arroz y trigo a la selva
Luego, sí, habló de ampliar la frontera agrícola para producir alimentos y generar empleos, así como democratizar el crédito para que llegue a los productores. Potenciándolos, se podría cambiar realidades como la actual que nos muestra deficitarios en productos como trigo, leche y aceites y grasas.
Una de las ideas que más llamó la atención del auditorio fue la idea de que se zonifiquen los suelos y productos que requieren grandes cantidades de agua como el arroz y el maíz dejen de sembrarse en la costa, donde el agua es escaza, y pasen más bien a cultivarse en la selva, donde el líquido elemento no falta.
Igualmente, dijo que era un error pensar en los productores como empresarios y que más bien había que ayudarlos para asociarse y conseguir precios justos. Pidió por ello fomentar la inversión privada en la agricultura, sino en la producción, sí en la comercialización. Así se podría beneficiar a los productores de la sierra y la selva, los grandes olvidados del desarrollo agrícola.
“Con la modernización de la agricultura y el desarrollo en investigación, la agricultura se debe convertir en eje del desarrollo del país”, finalizó.