08 marzo 2022 | 09:06 am Por: Redacción

Destacó su gerente de la línea de semillas, Carlos García

“El aporte de Hortus es proveer a los agricultores maiceros variedades de calidad probadas”

“El aporte de Hortus es proveer a los agricultores maiceros variedades de calidad probadas”
El maíz es el cultivo más importante en extensión en nuestro país. En los últimos años se sembraron en promedio 542.411 has al año. Además, son alrededor de 62.456 familias las que dependen del cultivo de maíz en Perú.

(Agraria.pe) El maíz es el cultivo más importante en extensión en nuestro país. En los últimos años se sembraron en promedio 542.411 has al año de dicho producto, de las cuales 297.757 son de maíz amarillo duro (MAD) y 244.654 has corresponden a maíz amiláceo.

Así lo destacó el gerente de la línea de semillas de Hortus, Carlos García, quien indicó que en el caso del MAD, el 87.1% del área está destinado para producción de grano, el cual es usado principalmente para alimentación animal, principalmente pollos, cerdos y vacuno, mientras que el 12.9% restante está destinado como forraje para alimentación de para ganado lechero, aunque en los últimos años se viene usando para alineaciones de cuyes.

Las principales zonas maiceras están ubicadas en la región de la costa con 101.493 hectáreas aproximadamente y la región de la selva con 196.264 hectáreas. Las zonas maiceras más importantes en la costa se ubican en el norte grande, norte medio, norte chico y sur chico, las zonas maiceras de la costa se caracterizan por el uso de tecnología media, semilla de calidad y disponibilidad de agua, con un promedio de rendimiento de 9 a 10 toneladas por hectárea, habiéndose alcanzado rendimientos que superan las 15 t/ha en algunos valles del norte chico.

Las regiones más importantes de la selva son San Martin, Loreto, Amazonas, Ucayali, Amazonas, Huánuco, estas zonas se caracterizan por el uso de baja tecnología, semilla de baja calidad y dependen de las lluvias. Sin embargo, vale resaltar que el promedio de rendimiento en estas regiones se ha incrementado en los últimos 4 años con el uso de semilla de calidad (híbridos) lo que ha permitido obtener hasta 6.5 t/ha.

En el caso del maíz amiláceo, la principal región productora es la sierra, considerado el origen del maíz y con una diversidad genética de razas autóctonas, zonas productoras de maíz amiláceo: Cajamarca, Cusco, Apurímac (24.000 has) Ayacucho, Piura y Huancavelica (15.000 has). En el caso de variedades tenemos a Maíz Gigante del Cusco para producción de mote o choclo y el Maíz Puntiagudo Confite para canchita. En la costa hay variedades para producción de cholo como pardo diente mula, chancayano, Mochero. En el caso de producción de choclo los rendimientos bordean hasta las 18.35 t/ha y en el caso de grano seco (mote) los rendimientos están entre 2.5 a 3.5 t/ha.

“El maíz es considerado un cultivo tradicional en las tres regiones naturales del país. Teniendo en cuenta la tenencia de tierras a nivel nacional de parcelas destinadas a este cultivo, se estima que son unas 62.456 familias las que dependen del cultivo a nivel nacional”, comentó.

Producción nacional insuficiente para atender la demanda
Carlos García señaló que tomando como promedio los últimos cinco años, la producción nacional de MAD es aproximadamente de 1.59 millones de toneladas, sin embargo, la demanda nacional de maíz es de 5.78 millones de toneladas, lo que significa que el 74.22% (4.29 millones de toneladas) de dicha demanda es cubierta por grano importado.

Ante el alto volumen de MAD importado por Perú, el especialista dijo que el precio del maíz importado no afecta directamente el precio de maíz nacional. “En primer lugar, la calidad del maíz nacional es superior al maíz importado. La importación de MAD se debe a que la producción nacional no puede cubrir la demanda de este grano, por tanto, se necesita importar”, sostuvo.

En el caso de maíz amiláceo (mote, cancha), indicó que la producción nacional en el 2021 fue de 304.115 toneladas, mientras que el maíz amiláceo para choclo, el mismo año, tuvo una producción de 416.960 toneladas. “Toda la producción nacional de maíz amiláceo es para consumo interno, no hay importación de estos productos por tratarse de variedades autóctonas del nuestro país”.

Retos del sector
El gerente de la línea de semillas de Hortus se refirió a los retos que tiene nuestro país para hacer más competitivo dicho cultivo. Al respecto, destacó que la semilla de calidad es la base para asegurar la rentabilidad de todo cultivo.

“Aún tenemos muchas áreas de este cultivo que siguen usando “grano” como semilla. El reto tanto para el sector público como privado es trabajar para hacer el cambio. El aporte de Hortus es proveer a los agricultores maiceros variedades de calidad probados previamente mediante ensayos comparativos en las zonas más representativas”.

Agregó que la tecnificación también es una herramienta para mejorar la rentabilidad del cultivo. Señaló que si bien ya hay zonas donde hay siembras mecanizadas, la calidad de este servicio no es el mejor, lo que implica una baja aceptación del agricultor por la mecanización del cultivo.

El especialista indicó que Hortus cuenta con un área técnica que se dedica a tiempo completo a la instalación, conducción y evaluación de nuevos materiales de maíces que envían sus proveedores de diferentes partes del mundo y que tengan un alto potencial de rendimiento, con tolerancias a las principales enfermedades del cultivo y estabilidad de producción.

Semillas de maíz de Hortus
HORTUS es una empresa con más de 65 años en el Perú, que viene acompañando el crecimiento de los agricultores brindándoles soluciones integrales y servicios diferenciados que garantizan alimentos sanos y nutritivos para todos los peruanos. Así como en todas sus líneas de productos, Hortus trabaja con proveedores internacionales que entregan semilla de calidad asegurando para los clientes calidad y rentabilidad en sus cultivos.

Dentro de las variedades de semillas de maíz tanto MAD como maíz amiláceo que ofrece Hortus, destaca: En maíz amarillo duro, los híbridos Dekalb 7500 y Dekalb 7088, mientras que en variedades cuenta con el ya conocido Marginal 28T. Por su parte, en maíz amiláceo, producen y comercializan dos variedades para producción de cholo, maíz choclo chancayano y maíz choclo pardo diente mula. Asimismo, vienen desarrollando una variedad de maíz choclo tipo serrano que se lanzaría al mercado el 2024/2025.

Dekalb 7088: Es un híbrido simple que se caracteriza por su alto potencial de rendimiento para producción de grano, buen comportamiento frente a las principales enfermedades del cultivo, la mazorca presenta de 16 a 18 hileras, buena estabilidad de producción; periodo vegetativo de 135 a 160 días. Es considerado el híbrido líder del mercado por ser el más sembrado a nivel nacional.

Dekalb 7500: Es un híbrido triple, doble propósito (producción de grano y forrajes), buena estabilidad de producción, alto potencial de rendimiento, bue comportamiento frente a las principales enfermedades del cultivo, mazorca con 18/20 hileras y granos de buen peso, periodo vegetativo de 125 a 115 días, produce forraje de alta calidad nutricional, hasta 32% de materia seca.

Marginal 28T: Es una variedad de MAD, amplia adaptabilidad a regiones marginales de baja tecnología y con regímenes de lluvias, planta de porte mediano y mazorca con buena cobertura. Periodo vegetativo que varía de 130 a 150 días. En algunas zonas costeras se siembra para producción de forraje.

Choclo chancayano: Variedad de maíz amiláceo destinado a consumo en choclo (acompañando al ceviche). Se caracteriza por producir una mazorca cónica de 10 a 12 hileras con granos medianos. Presenta panojas blancas y rojas. Dependiendo de la época de siembra, su periodo vegetativo va de 110 a 130 días. Se recomienda sembrar en valles costeros entre abril y agosto.

Choclo pardo diente mula: Variedad de maíz amiláceo destinado a consumo en choclo, se caracteriza por presentar una mazorca cilíndrica de 8 hileras con grano grande y dulces, posee panojas de color blanca y presenta un periodo vegetativo que va del 115 a 150 días. Se recomienda sembrar en valles costeros entre mayo y julio.

Carlos García destacó que en el caso de los híbridos Dekalb (semilla importada), todos los materiales que saca su representada al mercado son previamente evaluados en las principales zonas maiceras durante dos años y, basados en los resultados obtenidos en estas evaluaciones, se decide que material se lanza, asegurando así el éxito del cultivo para el agricultor.

Por su parte, en el caso de las variedades (producción nacional), Hortus cuenta con propios semilleros donde aplican métodos de selección masa que les permite asegurar la pureza genética de la variedad, por ende, entregan al agricultor una semilla de calidad. “Todos nuestros semilleros son fiscalizados por la autoridad en semillas”.

 

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