Por: Aimi Nouchi-Moromizato, investigadora en biotecnología molecular
A inicios de 2017, ante el impacto ocasionado por el evento climático “Fenómeno del Niño Costero”, el resurgimiento de enfermedades y la devastación de plantaciones ocasionada por las fuertes lluvias en Piura y Tumbes, los sectores citrícolas y entidades sanitarias a nivel nacional entraron en estado de alerta.
Especialistas locales pronosticaban grandes pérdidas en las plantaciones de limón sutil y Tahití si no se tomaban medidas de prevención inmediatas. Semanas después, los precios del limón alcanzaron niveles exorbitantes en el mercado nacional debido a su escasez, además de la sorprendente entrada de limón ecuatoriano, lo que preocupó al SENASA sobre la posible llegada del dragón amarillo (HLB), uno de los patógenos cuarentenarios más importantes de los cítricos a nivel mundial.
Frente a estos problemas, nació la idea de realizar un proyecto que ayude a mitigar los efectos negativos que trae consigo el cambio climático, la aparición de nuevos patógenos y sobre todo asegurar la calidad y la producción de material propagativo. Inicialmente, nos cuestionamos acerca de los plantones de limón injertados en los viveros locales: ¿están realmente sanos?
Luego de indagar entre agricultores, especialistas y autoridades, dimos con la alarmante situación sanitaria: la mayoría de agricultores compran plantones de limón en viveros que no ofrecen ningún tipo de certificación o son los mismos injertadores quienes seleccionan plantas “sanas” de alguna parcela cercana, con la finalidad de utilizarlos como injerto.
A raíz de esto, decidimos tomar la iniciativa de generar un producto distinto, un plantón exento de los principales patógenos y certificado molecularmente, sobre todo libre de HLB y a la vez colonizado con rizobacterias benéficas nativas, es decir aisladas plantas élites, capaces de promover el crecimiento vegetal y que ayuden a controlar patógenos.
Luego de tres años de arduo trabajo, la experiencia en campo de Somatito EIRL, la asesoría científica de Incabiotec SAC y el cofinanciamiento de Innóvate Perú mediante el desarrollo de un proyecto de innovación, obtuvimos plantones de limón exentos de patógenos y colonizados con microorganismos nativos benéficos de la rizósfera.
Esto fue posible mediante el desarrollo de 4 hitos:
Detección molecular de los principales patógenos de limón.
La detección de patógenos utilizando herramientas a nivel molecular son muy usadas actualmente, debido a que son específicas y muy sensibles, detectando enfermedades en fases iniciales. En este proyecto, desarrollamos un kit de diagnóstico por PCR y RT-PCR dirigido a patógenos como: Citrus Tristeza Virus, HLB (Ca. Liberibacter americanus y Ca. Liberibacter asiaticus), Phytophthora parasitica, Colletotrichum gloeosporioides y Lasiodiplodia theobromae mediante la selección y diseño de primers específicos.
Análisis del microbioma rizosférico de plantas élite de limón y su impacto en la salud de la planta
Un factor determinante en la salud en la planta es la comunidad de microorganismos asociados a las raíces, estos pueden influir de manera benéfica o perjudicial dependiendo de su diversidad. Análisis metagenómicos de las comunidades microbianas fueron realizados para elucidar la composición taxonómica de microorganismos bacterianos y fúngicos de la rizósfera.
Caracterización de las rizobacterias nativas, biocontroladoras y promotoras de crecimiento
Los microorganismos juegan un rol vital en las plantas, no solo como patógenos, sino como aliados importantes. Las investigaciones refieren que los microorganismos benéficos asociados a la rizósfera, pueden secretar sustancias que sirven como promotores para el desarrollo y crecimiento; así como también, pueden translocarse al interior de la planta e inducir un efecto de inmunización contra patógenos.
De un conjunto de microorganismos aislados a partir de las raíces de plantas élites en campos de Piura, 4 cepas bacterianas mostraron efectos benéficos notorios. En este caso, realizamos ensayos en laboratorio sobre el efecto antagonista mediante contacto directo e indirecto (por producción de moléculas difusibles y volátiles) frente a hongos patógenos en estudio. En paralelo, ensayos de antagonismo en los plantones permitieron observar que este consorcio bacteriano reduce la severidad de las enfermedades fúngicas en un 53% en comparación con los controles.
Además, el consorcio bacteriano demostró su efecto probiótico, promoviendo el crecimiento vegetal en 28 a 38% (longitud de tallo y raíz) en comparación a controles (agua de riego y SERENADE ASO), aumento significativo en el número de hojas y diámetro de tallo.
Producción de plantones
Es así como, finalmente, obtuvimos un plantón certificado y potenciado con bacterias benéficas para su popularización. Esto sienta las bases para el uso de material vegetal sano, productivo y 100% biológico, libre de pesticidas que puedan afectar la salud de las personas en estos tiempos donde la demanda por alimentos orgánicos y el uso de probióticos son aspectos importantes en la agroexportación.