(Agraria.pe) La construcción de una planta industrial en una zona inicialmente agrícola ha llevado a diversas autoridades y representantes del sector empresarial a levantar su voz de protesta ante las irregularidades que rodean este proyecto y los graves riesgos que supone para la agricultura y el medio ambiente.
Se trata de una planta de 60 hectáreas de la empresa china Tengda Perú Cerámica S.A.C. ubicada en el distrito de Salas-Guadalupe. Este proyecto, destinado a la fabricación de cerámicas, inició su construcción sin contar con un informe de impacto ambiental, licencias municipales ni consulta ciudadana, evidenciando una grave falta de control por parte de las autoridades locales. A pesar de estas irregularidades, la planta sigue avanzando, generando cuestionamientos y reclamos.
Fernando Cillóniz, presidente de la Asociación Cívica y reconocido empresario agrario iqueño enfatizó que el agro es aliado del progreso y como tal debe cuidarse. “Es un descaro lo que está pasando en Ica. La construcción de la planta Tengda es ilegal. A cualquier otro iqueño que va a la municipalidad de Salas-Guadalupe para pedir un permiso para construir un muro, nos ponen mil trabas alegando temas de seguridad. Hay claramente un trato diferenciado por parte de dicha municipalidad”, acotó.
A su turno el empresario agrícola, Manuel Olaechea, colocó una queja en la Municipalidad de Salas por permitir que dicha planta se construya en una zona, inicialmente agrícola, sin hacer estudios de impacto ambiental “Nos preocupa mucho el agua por la sobreexplotación que se vaya a dar y también por los niveles de contaminación que se generarían”, agregó. “Esta empresa sin un estudio de impacto ambiental no debería siquiera haber puesto una piedra”.
La situación se agrava por la crítica situación hídrica que atraviesa la región. Ica abarca más del 30% de la exportación del Perú, pero cuenta con menos de 0.1% del agua superficial del país. Yessica Puchuri, regidora provincial de Ica indicó que, de funcionar Tengda, en un corto o mediano plazo surgirán problemas para los fundos, debido a que el recurso hídrico es muy escaso para la zona y, por ende, muy preciado para el agro, y este tipo de industria demanda gran consumo de agua. A ello se suma la contaminación. “Se requerirán investigaciones más profundas por parte de las autoridades correspondientes”, acotó.
¿Cómo Tengda logró obtener la licencia de uso de agua subterránea, a pesar de la veda?
En mayo de 2023, tras comprar el terreno, lo que hizo fue simplemente tramitar un cambio de titularidad ante la Autoridad Nacional de Agua (ANA), pues el propietario anterior sí tenía la licencia para utilizarla con fines agrícolas. Lo que omitió Tengda, fue informar que ahora la requerían para fabricación de cerámica, pues se la hubieran negado. Fue recién en octubre de ese año, durante una inspección, que la ANA descubrió el uso indebido del agua, determinando que Tengda había incurrido en una grave infracción. Como resultado, en mayo de 2024, la autoridad sancionó a la empresa con una multa de 20 UIT, ordenó el retiro de la infraestructura que abastecía ocho tanques cisterna y dispuso el sellado temporal del pozo.
“Los agricultores de la zona están prohibidos de excavar pozos, porque el acuífero está sobreexplotado. Estamos haciendo lo indecible para recuperar la capacidad del acuífero. Si no tenemos agua nosotros los agricultores para uso agrícola, menos habrá para una fábrica de cerámica de esa capacidad”, finalizó Cilloniz.
El caso Tengda ha destapado una preocupante red de irregularidades. La falta de control y fiscalización, sumado a la posible corrupción, ha permitido que una empresa extranjera opere con total impunidad, poniendo en riesgo la sostenibilidad del sector agroexportador, la salud de la población y el medio ambiente. Es imperativo que las autoridades competentes actúen con celeridad y transparencia para garantizar el cumplimiento de la ley y proteger los intereses de la región.
