Sin embargo, la representante del Produce Marketing Association señala que el consumidor está reduciendo sus gastos, por lo que el nivel de ventas se registrará similar al del año pasado.
Por: Guillermo Westreicher H.
Lima, 01, Septiembre (Agraria.pe).- Frente a la crisis internacional, la demanda por frutas y verduras no se vería afectada en EE.UU. Sin embargo, los consumidores han optado por reducir sus gastos, buscar ofertas, comprar productos baratos y recurrir a tiendas de descuentos, afirmó Nancy Tucker, vicepresidenta de desarrollo global de la Produce Marketing Association (PMA) durante su presentación en el seminario Fresh Connections Perú 2011: “Alcanzando el éxito en el Mercado Actual”.
La especialista consideró que la situación sería distinta a la del 2008, por lo que negó que exista una nueva recesión, pero indicó que el nivel de ventas no crecería sino sería similar al del año pasado.
Tucker resaltó que los supermercados dirigidos a los sectores de alto nivel adquisitivo, verían afectadas sus ventas, mientras que lo contrario sucedería con los que ofrecen menores precios. Asimismo, las personas elegirían restaurantes menos costosos u optarían por comer en casa, lo cual incrementaría el consumo de frutas y verduras.
La experta refirió que durante la recesión del 2008, el volumen vendido de verduras permaneció constante. “Aunque cayeron los precios, y por en ende el valor; aumentó la cotización de las frutas, mientras que las cantidades enviadas disminuyeron”, aseguró.
Productos
Entre las frutas importadas por los estadounidenses, destacan el plátano, la manzana y los cítricos. Igualmente, 52% de las verduras corresponden a tomate, seguido por la lechuga y el espárrago.
Los principales países de procedencia de los vegetales que ingresan al mercado norteamericano son: México (66,7% del total), Canadá (19%) y Perú (4%), mientras que en el caso de las frutas destacan: México (34%), Chile (30%) y Costa Rica (12%), quedando relegado nuestro país, con una participación de 2%.
Factores
Entre los factores que influyen en la decisión de compra del ciudadano norteamericano destacan: sabor, calidad, precio, salud y sostenibilidad. De igual forma, es importante tener en cuenta el incremento en el uso del Internet y las condiciones demográficas, ya que 1/6 de la población es hispana, habiéndose duplicado su participación en comparación a 1990.
