(Agraria.pe) El mercado europeo del camote no ha alcanzado aún todo su potencial. El crecimiento de las importaciones y las iniciativas de producción locales están haciéndose cargo del consumo y desarrollo del producto. Un reporte de este 2023 del Centro para la Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo (CBI) revela que el consumo está más desarrollado en el Reino Unido, en tanto que Países Bajos se ha posicionado como un ‘hub’ para los mercados crecientes del norte europeo como Alemania y Francia.
Para el CBI está claro que la diversificación y promoción ayudará a mantener el mercado del camote en crecimiento, aunque se debe advertir en los próximos años los costos de producción pueden afectar el entusiamo de los productores.
“La demanda por camote se mantiene fuerte, pero el mercado se ha vuelto más precavido en 2021/2022. Los proveedores temen que la demanda pueda disminuir por la inflación en los precios. La producción ya ha visto un gran incremento en costo. Los altos costos y la inflación en Europa puede desacelerar el crecimiento del mercado, pero también pueden ser una oportunidad para los productores especializados”, detalla la entidad.
Agrega que el panorama es retador, y que se han visto casos en que los productores han migrado del camote a cultivos más rentables como los cereales y granos. El impacto de estos factores, así como del transporte y empacado, se verán reflejados en la disponibilidad del tubérculo. Cuando esto se produzca, señala, y la producción decline, habrá espacio para quienes produzcan eficientemente y logren un transporte barato. “Este puede ser un buen momento para establecerse como productores especializados”, aconseja el CBI.
Demanda creciente
El panorama expuesto hace de Europa un mercado de interés para los productores de camote de diversas regiones del mundo, incluyendo el norte de África y las Américas. El total de las importaciones europeas explica más del 60% del valor total de comercio (incluyendo la provisión y re-exportación europea). Así, países en desarrollo como Egipto, China, Sudáfrica y Honduras juegan un rol relevante en la provisión.
Se estima que en 2021 el total de importaciones de los países europeos fue de 590.000 toneladas, con un valor de 478 millones de euros. El valor de comercio se incrementó en 53% en los últimos cinco años, y la importación desde países en desarrollo aumento en 161%. Entre el 90 a 92% de este volumen se explica por los camotes enteros y en fresco para el consumo humano, lo que convierte a este producto en uno de los que más rápido crece en la categoría de vegetales en el Viejo Continente.
“Esfuerzos sólidos de mercadeo, en particular de organizaciones americanas como el Instituto de Marketing del Camote Americano (ASPMI) han puesto en el mapa al camote en Europa. Desde entonces, el creciente uso de los camotes en restaurantes y desarrolladores de productos de conveniencia han incluido la promoción del producto”, refiere el CBI.
En esa línea, hay un esfuerzo cada vez mayor de la industria alimentaria de transformar los camotes en comida para bebés, frituras, sopas o alimentos preparados. El desarrollo de productos es fuerte especialmente en el norte de Europa. Como resultado, los consumidores se han familiarizado con el producto y están más abiertos a usarlo en sus propias cocinas.
Mercados clave
Como se ha referido, las mayores importaciones europeas se hacen en la zona norte del continente, incluyendo Reino Unido, Alemania, Francia y Bélgica. Países Bajos es el principal punto de ingreso. En los mercados más grandes puede haber además oportunidades para camotes orgánicos, en tanto que en los mercados más pequeños en el sur y este europeo el crecimiento va más rápido, aunque la mayoría de la provisión es indirecta.
Reino Unido: El mayor consumidor de camote de Europa. Tiene una bien desarrollada industria de procesamiento y un gusto por nuevos productos y cocinas. Los camotes se consumen todo el año y se han vuelto una adición valiosa al consumo convencional de papas. Los ingleses están entre los mayores consumidores de papa en Europa y de los principales de papas congeladas (chips/fritas). Según la Asociación de Procesadores de Papa, la cuota de mercado de papas procesadas es de 71%. Los camotes representan el 5.5% del mercado estandar de papa. En 2021 el país importó 129.400 toneladas de camote fresco. Otras 29.700 toneladas ingresaron con otras presentaciones, como recién cortado y congelados. Estados Unidos y Egipto son los mayores proveedores no europeos. El país norteamericano es el proveedor preferido, pero Egipto está remotando con crecimientos que van de 6,500 toneladas en 2017 a 15,400 toneladas en 2021. Sudáfrica también gana cuota de mercado con 6.000 toneladas en 2021. Despues del Brexit, hay menos preferencia por proveedores de la Unión Europea, así la comptencia de Egipto y otros países cercanos puede crecer.
Países Bajos: Ha superado al Reino Unido en la importación de camote. Su consumo per cápita es casi tan alto como el británico y, además, es una ruta de comercio para Europa. Después de Reino Unido, Países Bajos es uno de los primeros países que adoptaron el camote como un tubérculo regular en su segmento fresco. Aun así, casi 80% de la provisión se re-exporta y el incremento de importaciones se apunta a este factor. La re-exportación puede ofrecer precios más atractivos que el origen del producto. Las importaciones de camote crecieron de menos de 100.000 toneladas en 2017 a 185.00 toeladas en 2021. Con 116 millones de euros en 2021, es también el valor más alto de importación desde países no europeos.
Alemania: Ofrece un sólido potencial, aunque los consumidores aún se están adaptando al nuevo tubérculo, pero el mercado crece. Los medios de comunicación especializados y supermercados tienen influencia apreciable en la tendencia positiva del consumo de camote. Cadenas como Edeka comparten recetas con los consumidores, y Rewe ofrece amplia información sobre el valor nutritivo y preparación del producto. Las variedades de interior naranja como Beauregard y Bellevue son las más populares, en tanto que las blancas y púrpuras son menos comunes. Las presentaciones en fresco y congeladas para freir son populares también. Edeka fue el primer retailer que expandió su segmento en 2016 con camote congelado bajo una marca privada. Así, la importación llegó a 51 millones de euros en 2021, algo menos que en 2020, pero 60% llegó directamente de proveedores no europeos. Estados Unidos y Países Bajos con sus re-exportaciones fueron los principals proveedores.Una porción significativa de más de 25%, correspondiente a fresco y congelado, así como otros productos procesados, provienen de China, Países Bajos y Bélgica. Los consumidores alemanes prestan cada vez más atención al origen y prefieren productos alemanes si es posible. Muchos productores locales, incluyendo campos orgánicos, empezaron a cultivar el tubérculo. La Agencia Federal de Agricultura y Alimentos estima que la producción alemana en 2020 reflejó entre 9 a 14% del volumen disponible en el mercado, lo que implica de 3.000 a 5.000 toneladas. Sin embargo, los productores alemanes tienen costos más elevados que sus competidores extranjeros. Se espera que el mercado alemán siga creciendo.
Francia: El camote se ha adaptado bien a las tendencias gastronómicas francesas. La tendencia de importaciones es creciente, pero se ha estancado después de 2019. La importación y consumo en años recientes ha disminuido a causa del Covid-19 y el cierre de restaurantes. Se estima que entre 25 a 30% del mercado del camote depende de estos establecimientos. Las variedades de carnosidad naranja representan más del 90% del consumo francés. Los tamaños medios y grandes son los más populares. Las variedades de interior blanco y púrpura se consideran de nicho y para el mercado étnico. Más del 90% del comercio de camote corresponde al producto en fresco. A Francia parece no interesarle tanto los productos ya preparados. En tanto, los despachos provienen de zonas de Europa como España y Portugal. EE.UU. y Egipto son los principales proveedores no europeos. Además, los productores franceses están desarrollando gradualmente producción local pero aún se le considera menor. Incluso en el medio de la temporada de camote, de septiembre a enero, la producción nacional cubre solo el 40% de la provisión total. La producción doméstica no es suficiente, por lo que el país seguirá dependiendo de fuentes extranjeras.
Bélgica: El camote encaja bien en la tendencia de consumo y procesamiento. Un exportador no europeo puede apuntar tanto a importadores como procesadores, pero se enfrentará a los productores y proveedores dentro y alrededor de Bélgica. El país es sede de Greenyard, una de las empresas más grandes en el tratamiento de vegetales frescos y procesados, incluyendo camotes. Hay al menos 17 procesadores de papa según la asociación Belgapom, todos potenciales usuarios de camote. Ya Frito-Lay tiene una fábrica en el país. Aviko, Ardo y FarmFrites, todos productores de camote frito, tienen instalaciones en Bélgica también. Este país importó 48.000 toneladas de camote en 2021 por 34.6 millones de euros. El consumo en fresco y procesado ha tenido un crecimiento fuerte desde 20.000 toneladas en 2017 a casi 40.000 tonelada en 2021. El valor de importaciones de fuentes no europeas es relativamente bajo, la mayoría viene de Países Bajos. La producción local crece: medios locales señalan que el hectareaje subió de 100 hectáreas en 2019 a 260 hectáreas en 2021. Esto indicaría que la producción doméstica se dirige hacia las 10.000 toneladas.
España: Es el mayor productor de camote en Europa, con crecientes importaciones. Además, es de los que más rápido crece. Tiene experiencia en el cultivo y es sede de Vivero Santa, que provee plantas de camote. La producción nacional se estima alrededor de 50.000 a 60.000 toneladas. Se proyecta que esta producción decaiga en un 40% durante el periodo 2022/2023 a causa de la competencia, por ejemplo de Egipto. Los productores españoles temen una sobreproducción y han visto los precios caer en 2021 debido a amplios volúmenes llegados de diferentes países de origen. Las importaciones españolas alcanzaron las 2.000 toneladas en 2017 y luego 13.000 toneladas en 2021, por un valor de más de 11 millones de euros. Los productores portugueses y comerciantes neerlandeses son responsables de la mayor parte. Pero varios otros países contribuyen, como EE.UU., Argentina, Egipto y otros pequeños proveedores. Se espera que España continue jugando un rol clave en el mercado del camote como productor y también como importador emergente. Para los productores no europeos, puede ser interesante asociarse en España y combinar sus temporadas para organizar una producción anual completa.