Por: Juan Carlos Mathews
Cualquier proyección sobre el impacto del COVID-19 a nivel mundial, regional y particularmente del Perú se va ajustando periódicamente porque aún prima la incertidumbre. El último reporte del Banco Mundial difundido el 8 de junio último -Perspectivas Económicas Mundiales- proyecta una contracción mundial de 5.2%, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Agrega además el informe que será la primera vez desde 1870 que tantas economías reduzcan su ingreso per-cápita, en promedio en 3.6%, lo que implicará
mayor pobreza y pobreza extrema. A nivel de América Latina se espera una caída de 7.2% y para el Perú una recesión de dos dígitos que se va recalculando permanentemente.
Crisis Alimentaria
Es importante tener en cuenta el replanteamiento de las cadenas globales de valor y la necesaria diversificación de las fuentes de suministro que tendrá un fuerte impacto en el comercio, la producción y los mercados financieros a nivel mundial. Además, el último informe de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias elaborado por la ONU conjuntamente con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, revela una situación de alerta. Al cierre del 2019, 135 millones de personas ubicadas en 55 países sufrían de inseguridad alimentaria aguda y malnutrición. Se considera dentro de esta categoría, una persona que no puede alimentarse adecuadamente al punto de comprometer sus posibilidades de subsistencia. Adicionalmente, revela el reporte, 183 millones de personas en la antesala del hambre aguda, lo cual se complica fuertemente en situaciones de estrés como la que hoy se vive por el COVID-19.
Las razones que explican esta situación son los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y las complicaciones económicas de los países. Según el BID, en América Latina y El Caribe se registran 42.5 millones de personas subalimentadas y en por lo menos diez países de la región la desnutrición se encuentra por encima del 10%. Un gran desafío para todos nuestros países es lograr un abastecimiento continuo y de calidad de los alimentos que realmente necesitamos.
Algunos indicadores de la región revelados por la misma fuente:
La disponibilidad de alimentos en América Latina y el Caribe registra una tasa de suficiencia de 117%, lo que significa que podemos asegurar con creces la cantidad de calorías que la población requiere (cereales, carnes, frutas, verduras).
.Aunque parezca contradictorio, la región registra un déficit de 78 kilocalorías diarias per cápita. La pobreza y pobreza extrema siguen siendo un punto débil.
.La desnutrición, el déficit de micronutrientes y la obesidad representan grandes desafíos que encarar.
.Las amenazas del cambio climático y los desastres naturales no garantizan la sostenibilidad del suministro de alimentos.
Perú y Los superfoods
El COVID-19 afectó en el Perú diferentes actividades de comercio exterior.
Sin embargo, las agroexportaciones han continuado creciendo en forma sostenida. Dentro de ellas y considerando la creciente preocupación de las personas en distintas partes del mundo por mantener un estilo de vida más saludable, el Perú aporta ahora con más agresividad los llamados SUPERFOODS. Dentro de esta categoría se encuentran: quinua, kiwicha, cañihua, maca, yacón, castañas, algarrobo, sacha inchi, maíz gigante del Cuzco, maíz morado, camu camu, chirimoya, guanábana, lúcuma, mangos, uvas, mandarinas y anchoveta. Estos productos se suman a otros con trayectoria exportadora como arándanos, espárragos, brócoli, palta, granada, cacao y chocolates.
La característica común que tienen estos alimentos especiales es la altísima densidad de nutrientes en pequeñas cantidades siendo una fuente notable de antioxidantes y nutrientes esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Hasta antes del COVID-19, la meta al 2021 estaba fijada en $10,000 millones en agroexportaciones peruanas. En este escenario de replanteamiento de las cadenas de valor y crisis alimentaria, el Perú tiene una notable oportunidad de capitalizar ventajas importantes: gran biodiversidad, reconocida gastronomía y una imagen cada vez más sólida como suplidor de alimentos para el mundo. Toca aprovecharla.
Fuente: sineditor.com