Además define las prácticas de riego, de fertilización y de drenaje así como las prácticas de manejo y de conservación del suelo
Por: José Carlos León Carrasco
Lima, 11 marzo 2013 (Agraria.pe) La calidad de agua determina qué cultivos se pueden sembrar según su resistencia o sensibilidad a la salinidad, informó el especialista en fertilidad de suelos, Lorenzo Hurtado Leo.
Además, define las prácticas de riego, de fertilización y de drenaje así como las prácticas de manejo y de conservación del suelo.
En ese sentido, señaló que la calidad del agua depende de la composición y de la concentración de sólidos disueltos (anión, catión, moléculas) y sólidos no disueltos (arenas, limos, arcillas y microorganismos como bacterias y hongos).
Al respecto dijo que en los sólidos solubles la presencia de iones aumenta la concentración salina del agua y ésta saliniza el suelo, factor principal que afecta negativamente en el crecimiento de los cultivos.
Mientras que en los sólidos no solubles la estancia de partículas orgánicas e inorgánicas agrava el factor de riesgo en sistemas de riego localizado (por goteo), por lo cual estos materiales deben estar separados mediante filtrado evitando así su ingreso a la red de riego.
Igualmente refirió que los criterios para evaluar las aguas que se utilicen para el riego se debe tomar en cuenta la concentración total de sales (peligro de salinidad), la concentración relativa del sodio (peligro de alcalinidad), y la concentración de iones específicos (peligro de toxicidad).
“En el primer caso afecta la disponibilidad de agua para la planta (efecto osmótico), en el segundo afecta la infiltración del agua en el suelo (efecto en el flujo), y en el último caso afecta el crecimiento de las platas”, aseveró.
Además mencionó que los problemas que se derivan del uso de aguas de mala calidad son: 1) Incremento de la presión osmótica, ya que las sales de las aguas de riego y de los suelos reducen la disponibilidad del agua para las plantas disminuyendo su potencial de producción, impidiendo una nutrición equilibrada.
2) Disminución de la capacidad de infiltración, ya que las aguas de riego con contenidos elevados de sodio respecto de calcio y magnesio, deterioran las condiciones físicas de los suelos, disminuyendo la capacidad de los suelos de infiltrar agua de riego, impidiendo una irrigación eficiente.
3) Presencia de iones específicos de carácter tóxico, el Sodio, Cloro, Boro, Hierro y Aluminio son absorbidos por el sistema radicular y se acumulan en los tejidos vegetales alterando el metabolismo celular y reduciendo el crecimiento, impidiendo una fisiología normal.
Datos
. La disponibilidad de agua depende de la cantidad del recurso hídrico y de la calidad del mismo.
. El experto brindó esta charla durante el “II Simposium Nacional de Manejo Nutricional de Cultivos de Exportación”, realizado el 8 y 9 de marzo en una Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM).
