Manifestaciones de parte de organizaciones y movimientos de pequeños productores, campesinos sin tierra, jornaleros y comunidades étnicas, despertaron el interés por este sector y revelaron la necesidad de desarrollar políticas específicas.
(Agraria.pe) Hay ejemplos a imitar en la región en lo que a capacidad organizativa se refiere. Y uno muy claro es Brasil, país que ha logrado organizar y registrar a 5.1 millones de agricultores familiares divididos en cerca de 4 mil organizaciones.
Santiago Perry, director ejecutivo de Corporación PBA –institución de cooperación internacional que impulsa procesos de innovación con pequeños agricultores- explicó que con una representatividad de esa magnitud, este sector logró impulsar en su país 15 políticas específicas que incluyen asistencia técnica, crédito Pronaf (Programa de Fortalecimiento de Agricultura Familiar) con un fondo de US$ 8.000 millones en el 2015, fortalecimiento de la asociatividad, desarrollo de compras públicas, garantía de cosecha y precio con énfasis en los estados más pobres, maquinarias, implementos y seguros y gestión de riesgos.
“Brasil tiene un avance enorme en este tema, siempre ha sido un país que se ha distinguido en varios aspectos, pero especialmente en el tema agrícola por su afán innovador y desarrollar siempre temas interesantes dirigidos a la agricultura familiar”, destacó.
Perry, que conoce de cerca el tema por el acercamiento de su institución a la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercosur (REAF), comentó que las políticas dirigidas a la agricultura familiar en los países de esa agrupación de países iniciaron con movilizaciones de parte de organizaciones y movimientos de pequeños agricultores, campesinos sin tierra, jornaleros y comunidades étnicas.
“Fue allí que se empezó a hablar de diseñar políticas que los beneficiaran y se acuñó el término de ‘agricultores familiares’. Sus demandas tuvieron éxito y se creó un ministerio para atenderlos. Ese ejemplo se extendió luego a otros países del Mercosur y se creó una confederación de agricultores familiares del bloque, presionando por la creación de un espacio de diálogo en Mercosur (la REAF) y en cada país”, explicó.
El especialista refirió además que las bases de esta experiencia sirvieron para obtener resultados similares en países del mismo bloque comercial como Uruguay y Argentina, donde las autoridades desarrollaron registros de agricultores familiares, programas de acceso a titulación, servicios financieros y solución al sobre-endedudamiento, adquisición estatal de productos claves, monotributo social (pago impositivo subsidiado que formaliza a los agricultores y les da derecho a la protección social, incluyendo jubilación), entre otros.