(Agraria.pe) A través de la Resolución Jefatural N° 0016-2021-INIA, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) aprobó la liberación y difusión de la nueva variedad de avena denominada “INIA 909 – Katekyl”, con la finalidad de elevar la calidad, rentabilidad y competitividad de la producción agropecuaria a nivel nacional.
La nueva variedad de avena tiene mayor producción de forraje verde y semilla, y es sobresaliente en sanidad, resistente al carbón volador, la Roya de la hoja (Puccinia coronata), tolerante a Roya del tallo (Puccinia graminis), resiliente a heladas, sequías e inundaciones. Además es próspera en suelos ácidos.
La avena “INIA 909 – Katekyl” tiene el potencial de producción por hectárea (ha) de 61 toneladas (t) de forraje verde y 1.9 t/ha de semilla, lo que permitirá incrementar en un 52% la rentabilidad económica del agricultor, por lo que constituye una alternativa tecnológica en beneficio de ganaderos y pequeños productores en la región andina entre los 2.650 a 3.618 msnm y es capaz de soportar efectos del cambio climático.
La nueva variedad puede sembrarse como monocultivo o asociado con una leguminosa anual como la Vicia sativa, con rendimiento de semilla de 1.904 kg/ha, y varias oportunidades de cosecha, entre ellas: para uso como forraje verde: Al estado de panojado (90 a 100 días después de la siembra); para elaboración de heno: en plena floración (90 a 100 días).
Esto debido a que la rentabilidad de la nueva variedad para la producción de forraje es superior en 32.52% a la rentabilidad promedio que tiene la variedad testigo (171.10%).
Estas características hacen al INIA 909 KATEKYL una buena alternativa para que los pequeños y medianos agricultores de zonas altoandinas puedan mejorar la calidad y rentabilidad de la producción de forraje verde, heno, silaje y semilla, favoreciendo la crianza de ganado y la producción de leche de vacuno.
La nueva variedad de avena “INIA 909 – Katekyl” fue elaborada por el Programa Nacional de Pastos y Forrajes de la Estación Experimental Agraria (EEA) Baños del Inca, ubicada en Cajamarca. Su desarrollo se realizó mediante técnicas de cruzamiento entre líneas promisorias y comparaciones multiambientales.