Gremio desarrolla la segunda etapa de su estrategia de posicionamiento que consiste en el ingreso al mercado los chocolates finos de aroma, mejorar la post cosecha, aumentar productividad y presionar menos al bosque.
(Agraria.pe) Entre el 2012 y 2016, la Alianza Cacao Perú instaló más de 28.000 hectáreas (ha) de cacao (en San Martín 10.000 ha, Huánuco 9.000 ha y Ucayali 9.000 ha) de las cuales 23.000 han sido injertadas con siete variedades de cacaos trinitarios finos y de aroma, las cuales han sido geo referenciadas.
Así lo señaló el director de la Alianza Cacao Perú, José Iturríos Padilla, quien destacó que el primero de setiembre de este año comenzó una segunda fase de trabajo donde se busca poner en valor los cacaos finos y de aroma.
“Esta segunda fase va a dedicarse fundamentalmente a la articulación de mercado, es decir buscar el mercado para los cacaos finos de aroma. Sabemos que hay una gran demanda en el mundo por estos cacaos”, sostuvo.
Detalló que mientras que el chocolate convencional crece a un ritmo promedio de 2% anual, el chocolate oscuro crece a 10% anual, es decir crece cinco veces más rápido. “Si bien por ahora los chocolates oscuros son una proporción pequeña de los chocolates en el mundo, representan entre 10% y 15%, son estos chocolates finos, gourmet, oscuros, los que están creciendo”.
En ese sentido, dijo que China es un potencial consumidor de chocolate, y tiene la proporción más alta de chocolate oscuro dentro de su consumo global (34% del chocolate consumido es chocolate oscuro) lo cual lo convierte en un magnifico mercado para el Perú. Asimismo, destacó que en Europa (mayor consumidor de chocolates en el mundo) el chocolate oscuro es el único segmento de consumo de chocolate que crece, lo mismo sucede en los países de ingresos medios como Brasil, México, India, Rusia.
“Tenemos un mercado muy prometedor. Perú es zona de origen de cacao, tenemos la mayor biodiversidad de cacao del mundo y lo que queremos es toda esa biodiversidad ponerla en valor, pero hay que hacer un gran trabajo en desarrollo de mercados para llegar a los chocolateros artesanales que existen en Europa y Estados Unidos”, comentó.
A modo de ejemplo, señalo que se reunió con el presidente de la Asociación de Chocolateros Artesanales de Francia, el cual le dijo que tenía 4.200 asociados chocolateros que requieren de cacaos finos y no saben dónde encontrarlos.
Post cosecha
El director de la Alianza Cacao Perú, indicó que la otra parte del trabajo de su representada está referido a la post cosecha, debido a que un chocolate fino no le basta con ser considerado genéticamente como tal sino que hay que trabajarlo luego de su producción.
“Un mismo material genético como ISS 95 o ISS1, que son las variedades sembradas, puede dar hasta cinco perfiles distintos de aroma, lo que se busca es adaptar este perfil a los requerimientos del cliente”.
Detalló que de las 85.000 toneladas de cacao que se producen en Perú solo se tiene capacidad para procesar 12.000 toneladas, el resto se vende en seco y se dirige al mercado de volumen que va destinado para hacer manteca. “Cuando haces manteca pierdes el valor que puedes captar si es que lo vendes como grano para chocolate, entonces necesitamos aumentar la capacidad de procesamiento de post cosecha”.
“Tenemos que aumentar y mejorar el proceso de post cosecha en Perú. Al menos el 80% de nuestra producción se debe procesar y por la calidad genética que tenemos va elevar la calidad de nuestro cacao, lo que nos permitirá llegar a mercados que paguen mejores precios”, sostuvo.
Aumentar la productividad
José Iturríos, manifestó que su representada también trabajará el tema de la productividad que es muy baja en el país. Actualmente el rendimiento promedio es 650 kilos por hectárea pero tiene potencial para alcanzar hasta los 2.000 kilos.
“Tenemos una industria cacaotera muy próspera que crece a un ritmo de 27% anual en exportación en los últimos cinco años, sin embargo más de la mitad de los productores están por debajo de la línea de la pobreza, por eso trabajaremos en productividad y la meta es lograr que el rendimiento promedio alcance los 1.200 kilos por ha y de esa forma mejorar el ingreso del productor”, señaló.
Agregó que en un momento donde el cambio climático está presionado (60% de las emisiones del dióxido de carbono proceden del cambio de uso de suelo, es decir suelos forestales se convierten en suelos agrícolas) los suelos agrícolas cada año generan miles de toneladas de dióxido de carbono, se tiene que empezar hacer en la selva una agricultura inteligente en términos ambientales.
“Se trata de evitar que el productor frente a una buena opción de mercado, en lugar de aumentar su productividad aumentando el área (deforestando la zona) aumente su volumen con mayores rendimientos. Ni una hectárea menos de bosque para sembrar cacao, la idea es crecer hacia arriba y no hacia los costados”, finalizó.
Datos
. José Iturríos destacó que otro tema a trabajar es el relacionado a la asociatividad. En 1994 casi el 50% de productores de cacao estaban asociados, mientras que en el 2012 (IV Cenagro) los productores asociados de cacao no llegan ni al 17%, es decir antes 5 de cada 10 productores estaban asociados, ahora solo 2 de 10.
. Además dijo que en un contenedor de cacao convencional se invierte US$ 74 mil para llenarlo (compra del producto, costo del acopio, entre otros) y la utilidad no pasa de US$ 800, con drawback entre US$ 1.500 y US$ 2.000, mientras que con un contenedor de cacao fino se puede ganar US$ 10 mil.