18 diciembre 2023 | 09:18 am Por: Redacción

Hasta octubre despachos sumaron US$ 7.431 millones, 5.6% menos que igual periodo del año anterior

Agroexportaciones peruanas cerrarían en US$ 9.700 millones este año, monto muy similar al 2022

Agroexportaciones peruanas cerrarían en US$ 9.700 millones este año, monto muy similar al 2022
Con 2023 a punto de finalizar, los envíos están cada vez más cerca de alcanzar los US$ 10.000 millones. El que se alcance esta cifra dependerá mucho de qué tanto se mantenga el adelanto de la campaña de uva y los precios que se estén obteniendo en el mercado internacional.

(Agraria.pe) Luego de un 2022 bastante positivo, las expectativas para la agroexportación en 2023 eran bastante altas. Se veía con optimismo que la crisis logística internacional y las limitaciones generadas por la pandemia serían parte del pasado. Fue debido a este panorama más alentador que muchos de los principales actores del sector generaron proyecciones iniciales bastante positivas. La meta del sector agroexportador para 2023 era alcanzar los US$ 11.000 millones en despachos. Un número aparentemente no muy difícil si un año antes, con muchas complicaciones, se había logrado saltar de casi US$ 9.000 millones a US$ 10.000 millones. Sin embargo, los aires de esperanza se enturbiaron rápidamente.

Comparado con las expectativas iniciales, el 2023 que está por cerrar ha sido un mal año. Nada salió como se esperaba y el principal factor desestabilizador no fueron las marchas y protestas —que por primera vez en tres años no se dieron en diciembre—, ni los problemas logísticos o la menor disposición de gasto de los consumidores norteamericanos, europeos o asiáticos; el problema del 2023 fue el clima. Las fuertes precipitaciones durante inicios del año generaron graves daños en los cultivos, lo cual empezó a sentirse aún más en los meses posteriores. El fenómeno El Niño también generó altas temperaturas durante todo el año, perjudicando gravemente la floración y acelerando los ciclos de desarrollo de las plagas. Las más afectadas por esta situación fueron las regiones productoras de la costa norte y centro. Otro factor importante estuvo en los conflictos sociales de inicios del año: entre enero y marzo del 2023, ocurrieron grandes manifestaciones y protestas que impidieron el correcto funcionamiento de la cadena productiva en la agroexportación. Los productos más afectados en esas fechas fueron la uva y el mango. Sin embargo, las empresas exportadoras pudieron gestionar correctamente la crisis para evitar pérdidas cuantiosas en ese momento.

El impacto en la producción debido a estos factores fue tan grave que muchas de las expectativas iniciales se fueron ajustando rápidamente a la baja. Para mediados de año, la meta ya no era crecer lo más posible, sino evitar una caída estrepitosa al cierre del 2023. Es cierto que al término del año algunos de los productos líderes de la canasta agroexportadora peruana presentaron una caída fuerte en volumen, pero la dinámica del mercado internacional ha permitido que mejoren los precios y han podido compensar parcialmente esta crisis. Y es que los cambios en el clima no han afectado sólo al Perú. Ni siquiera se puede afirmar que solo a Sudamérica; existen reportes de olas de calor en otras regiones competidoras. Esto ha generado que, en general, las existencias en el mercado internacional de casi todos los productos en los que el Perú es un jugador relevante sean limitadas y mejoren los precios.

Las agroexportaciones hasta el cierre de octubre sumaron US$ 7.431 millones, 5.6% menos que el año anterior. Sin embargo, no todos los productos se desempeñaron de la misma forma. Muchos de los productos líderes han podido resistir la difícil situación de este año y eso ha ayudado a no tener números más duros.

La palta es uno de los pocos productos que ha presentado resistencia a la caída que muestra el sector. Los primeros meses de la temporada presentaron un crecimiento impresionante. Sin embargo, con el avance de la campaña se evidenció el problema real: no era posible sostener el ritmo porque muchos campos fueron dañados por las lluvias. Finalmente, los volúmenes prácticamente no crecieron en el 2023 y se espera que el próximo año se registre una probable caída solo por los efectos climáticos de este año. Queda aún por definirse si, en el 2024, El Niño afectará más o si el contraciclón lo debilitará tanto para que ya no perjudique a los agricultores peruanos. Hasta octubre de este año, los buenos precios permitieron que los envíos de palta fresca sumaran US$ 1,024 millones, 3% mayor al año anterior y se espera que al cierre del año se mantenga el 3% de crecimiento en valor.

El arándano, por su parte, es la otra cara del problema, así como un ejemplo de la complicada situación de este año. Las altas temperaturas afectaron gravemente el nivel de floración de este producto desde el inicio de la nueva campaña, que empezó en abril.

Esto se puede ver en las cifras con una caída cercana al 30% del volumen hasta octubre. Sin embargo, el precio ha sabido compensar parcialmente la caída. Se reporta que, en estos últimos meses, con una campaña bastante atrasada, el precio ha estado cotizando en alrededor de US$ 8.52 por kilogramo (84% mayor al año anterior). Con ello, la caída en el valor de las exportaciones sería cercana al 20% para el final de año.

La uva, en tanto, ha conseguido ser uno de los pocos productos que no ha caído fuertemente durante el 2023. Los picos suelen aparecer al final y al inicio del año. Por ello, los envíos en los primeros meses responden a la campaña anterior, por lo que no se vieron diezmados por las altas temperaturas de todo el año. Con respecto a la nueva campaña, que inició en agosto, la uva presentó un fuerte adelanto de los envíos. Hasta octubre se despachó US$ 961 millones al exterior, 32% mayor que el año anterior. Lo más probable es que debido al ritmo de envíos, al final del año, la exportación de esta fruta sostenga una tasa de crecimiento cercana al 30%. Sin embargo, esto no es del todo una buena noticia, pues se espera que los envíos retrocedan fuertemente para el 2024 debido a los grandes adelantos en los despachos.

Dinámica de las agroexportaciones
Durante el primer trimestre del 2023, la situación imperante se presentó en los conflictos sociales que limitaron el transporte y procesamiento de los productos agrícolas. Además, las precipitaciones que azotaron la costa norte encontraron su pico en estos meses. A pesar de ello, las remesas no presentaron una gran caída ya que las consecuencias de estas desfavorables situaciones se iban a sentir más adelante. Con ello, las remesas totalizaron cerca de US$ 2.255 millones, 2% menor al año anterior.

Para el segundo trimestre, los envíos mostraron mejoría, comparado al año anterior. Pero esto se debió principalmente a campañas que habían tenido su etapa de crecimiento anteriores a las precipitaciones. Por ejemplo, la palta realizaba grandes despachos, pero todo resultante de los envíos más tempranos de la campaña. En este trimestre, se presentó un aumento cercano al 3%.

El tercer trimestre fue muy duro para la agroexportación. En estos meses, con el inicio de las nuevas temporadas de varios productos, se pudo observar el fuerte impacto que tuvo el clima en la producción peruana. Caídas estrepitosas en productos como el arándano mostraron lo vulnerable que puede estar el sector. En este trimestre se presenció una caída cercana al 15%.

El último trimestre inició con una recuperación en los envíos. Sin embargo, aún están por debajo del año anterior. Sólo el mes de octubre sumó US$ 1,031 millones, 2% menos que el año pasado. Lo más notable que se está viendo en este último trimestre es el adelanto de la campaña de uva, uno de los principales productos del Perú. En términos generales, puede parecer muy positivo que estos despachos reduzcan la caída total del 2023. Sin embargo, hay que considerar que este adelanto desinflaría las remesas del siguiente año.

Con el 2023 a punto de finalizar, los envíos están cada vez más cerca de alcanzar los US$ 10.000 millones. El que se alcance esta cifra dependerá mucho de qué tanto se mantenga el adelanto de la campaña de uva y los precios que se estén obteniendo en el mercado internacional. El estimado actual es cerrar en US$ 9.700 millones. Un monto muy similar al del año anterior. Entonces, ¿fue un mal año? En perspectiva, se podría decir que sí, por la expectativa inicial, pero dado los problemas que se enfrentó, salió bien librado el sector. Ahora queda aguardar por lo que nos depara el 2024. Esa es una historia aún por contar.

Fuente: Fresh Fruit

 

Etiquetas: agroexportaciones