(Agraria.pe) CARE Perú pone en relieve la labor de la mujer agricultora, en el marco del proyecto “Ella Alimenta al Mundo”, el cual forma parte de una iniciativa global financiada por la fundación PepsiCo, y que en el Perú está presente en tres regiones costeras: Lima, Ica y Piura, con un financiamiento de US$ 3.5 millones y en beneficio de más de 400 mil agricultoras y sus familias.
Para la Directora de Programas de CARE, Claudia Sánchez, la iniciativa “Ella Alimenta el Mundo” es parte de un programa de desarrollo que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de miles de mujeres agricultoras en las tres regiones mencionadas.
“Para lograr la meta, estamos trabajando una serie de estrategias como mejorar las capacidades productivas y de gestión empresarial, así como mejorar habilidades blandas en cuanto a autoestima y liderazgo, mejorando el trabajo en conjunto con los diferentes actores públicos y privados, constituyendo y fortaleciendo núcleos de mujeres productoras”, sostuvo.
Mujeres poderosas
La llegada de la pandemia del Covid-19 y el aislamiento social hicieron que las mujeres agricultoras de las tres regiones costeras con el soporte del proyecto afiancen sus capacidades productivas y empresariales y cambien sus estrategias para la comercialización de sus productos, adaptándose a la nueva normalidad y no verse afectadas en sus ingresos.
“Antes de que ocurra la crisis del Covid-19, comercializaba mis productos en la Ecoferia de Lince y ahí aproveché para compartir mis contactos; ahora la gente me llama y así realizo mis ventas directas. Todos los miércoles entrego los pedidos en La Molina, San Borja y San Miguel. No he subido los precios, los estoy manteniendo a precio de feria”, contó la beneficiaria del programa de Manchay Alto, Pachacamac, Lima, y a la vez presidenta de la organización “Eco Pacha”, Evelyn Margoth Obregón Obregón.
Destacó que el sector de la agricultura no ha parado durante la pandemia y pide al Estado que voltee a mirarlos, sobre todo a los pequeños agricultores, a fin de que ellos puedan ser reconocidos y puedan contar con los mismos beneficios y derechos que tienen los grandes agricultores.
Otra de las beneficiarias del programa “Ella Alimenta al Mundo” es Liduvina Cristina Rupire Garibay, presidenta del grupo de productoras “El proyectito”, en el distrito de San José de los Molinos, comunidad Casa Blanca en Ica. En el sitio, Liduvina se dedica a la crianza de animales menores: porcinos, cuyes, gallinas, hortalizas, producción de paltos, pallar, frijol, papa y frutas diversas. Con la pandemia y el aislamiento social, el grupo de productoras “El proyectito” está abasteciendo a toda la comunidad de Casa Blanca donde viven alrededor de 80 familias.
Lo que podría significar una crisis para la comunidad, debido a la escasez de productos, este grupo de pequeñas agricultoras lo ha convertido en una ventana de oportunidad para vender sus productos a precios justos y ser solidarios con su comunidad, abasteciendo productos de calidad.
“Durante la pandemia la gente ya no sale hacia al centro de la ciudad y nosotras abastecemos con verduras orgánicas a toda la población de Casa Blanca, que son casi 200 personas. Abastecer a nuestra comunidad no es con la intención de lucrar solamente, si no también, de mejorar la situación alimentaria de las familias, sobre todos de los niños que padecen de anemia, a fin de que tengan una alimentación más sana con los productos orgánicos que producimos”, dice Liduvina.
Para satisfacer las solicitudes de los consumidores de toda la población, la agricultora explica que “Cada agricultora en su parcela tiene diferentes cultivos y es así que tratamos de agruparnos y ofrecer una mayor diversidad de productos para poder abastecer a la comunidad”.
“CARE” Y “Ella Alimenta al Mundo”
Por su parte, Julio Nishikawa Menacho, gerente del Programa de Empoderamiento Económico, Nutrición y Seguridad Alimentaria y Gerente del Proyecto, informó que el proyecto “Ella Alimenta al Mundo”, es uno de los más grandes que ejecuta hoy CARE Perú para contribuir al empoderamiento económico de las mujeres agricultoras y poder afianzar el funcionamiento de los sistemas alimentarios en los ámbitos rurales, evitando que se agudicen las brechas de anemia y desnutrición.
Asimismo, señaló que una de las ventajas del programa es que busca fortalecer los medios de vida de productoras y/o productores dotándolos de activos productivos y capital semilla para incentivar el desarrollo de sus emprendimientos, es así como ahora, muchas de las familias cuentan con sistemas de producción familiar más robustecidos funcionando con una mejor capacidad de respuesta frente a esta crisis. El programa seguirá trabajando en la innovación de sus metodologías y herramientas para llegar con un mayor impacto a las poblaciones que más lo requieren, la idea es brindar herramientas para que ellas produzcan con mayor eficiencia y cada vez se articulen mejor a los servicios empresariales y mercados.
“CARE Perú ha sido una luz en el camino, no recibimos ayuda de otras organizaciones, ni del Estado. CARE continua con sus capacitaciones virtuales, vía WhatsApp, nos han proveído de semillas, alimentos para nuestros animalitos, nos brindan capacitaciones en emprendimientos productivos y asesorías con especialistas en temas de desnutrición y más”, cuenta Evelyn Margoth Obregón.
Hoy, Evelyn, Liduvina y otras pequeñas agricultoras ya son beneficiarias del programa “Ella Alimenta al Mundo” y juegan un rol muy importante en el desarrollo de esta. Mujeres como ellas podrán continuar accediendo a recursos para aumentar su producción, incluidos los derechos sobre la tierra, el financiamiento y los insumos agrícolas para acceder a nuevos mercados y desarrollar habilidades y técnicas para construir fincas sostenibles.
Datos
. Las mujeres reinvierten hasta el 90% de las ganancias en sus hogares, dinero que se destina a nutrición, alimentos, atención médica, escuela y actividades generadoras de ingresos, ayudando a romper el ciclo de la pobreza intergeneracional.
. Las mujeres agricultoras son una parte central de la solución ante el Covid-19, son líderes en los hogares, innovadoras, cuidadoras y vendedoras que pueden ayudar a resolver este problema. Invertir en mujeres tiene un alto impacto. La investigación de CARE muestra que cada US$ 1 invertido en una mujer agricultora se convierte en US$ 31 de beneficios para ella, su familia y su comunidad.